El Señor hizo a los grandes monstruos de la tierra: el dinosaurio, el brontosaurio, el tiranosaurio.
Después dio vida a los seres pequeños: la hormiga, la abeja, el mosquito.
Pasaron cientos de años. Miles de años pasaron.
Y he aquí que desaparecieron de la faz de la tierra el dinosaurio, el brontosaurio y el tiranosaurio.
Y he aquí que existen todavía la hormiga, la abeja y el mosquito.
Adán le preguntó al Padre por qué sucedió eso.
Explicó el Señor:
-Fue para hacerte ver la pequeñez que hay en los grandes y la grandeza que hay en los pequeños.
¡Hasta mañana!...