Así le llaman porque es el primero en cantar por la mañana. Cuando las otras aves duermen todavía esta alada criatura dice su canción. Despiertan las demás y ponen variaciones al tema de este pájaro que inaugura el día.
Llega don Sol y despide a las últimas sombras de la noche. Una permanece en mi cuarto, enredada a las cortinas del alto ventanal. Entonces canta el pájaro madrugador y la sombra, al escucharlo, se convierte en luz.
Yo quiero que cante para mí. Si lo hace las sombras que van conmigo se disiparán y dentro de mi será el amanecer. Tendré una canción nueva para cantarla al mundo. Seré dueño del cielo y de la tierra; los seres y las cosas me pertenecerán.
Canta para mí, ave temprana. Tu canto llamará a la vida y ahuyentará a la muerte. Estarás conmigo para siempre, y juntos duraremos lo que la eternidad.
¡Hasta mañana!...