HISTORIAS DEL SEÑOR EQUIS Y DE SU TRÁGICA LUCHA CONTRA LA BUROCRACIA
El Funcionario del Estado y el Funcionario del Partido pasaron junto al señor equis sin mirarlo.
Al señor equis eso le extrañó bastante: en los días anteriores ambos Funcionarios lo habían cortejado asiduamente; lo habían adulado; le habían hecho mil promesas; lo habían buscado en su casa y por teléfono; le habían ofrecido el sol, la luna y las estrellas; lo habían invitado a juntas, asambleas, reuniones, mítines y manifestaciones; lo habían, en fin, enaltecido y encumbrado.
Así pues cuando el Funcionario del Estado y el Funcionario del Partido pasaron a su lado sin mirarlo el señor equis se desconcertó bastante.
Los buscó y les preguntó, nervioso:
-¿Por qué ayer me llenaron de atenciones y hoy me desprecian?
Respondieron:
-Porque ya pasaron las elecciones.
Y lo dijeron a una voz, porque el Funcionario del Estado y el Funcionario del Partido son uno solo.