Misil norcoreano era de medio alcance: Rusia

Rusia insistió ayer en que el cohete balístico lanzado esta semana por Corea del Norte era un misil de medio alcance y no intercontinental y frenó por ello una declaración de condena propuesta por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU.

El texto señalaba, entre otras cosas, la voluntad del Consejo de comenzar a trabajar "inmediatamente" en nuevas medidas contra Pyongyang en respuesta a su ensayo con un misil balístico intercontinental, un tipo de cohete conocido como ICBM por sus siglas en inglés.

Sin embargo, Moscú ha defendido hasta ahora que el proyectil era de alcance medio, en contra de lo anunciado por Corea del Norte y del análisis de Estados Unidos y otros países.

"Los parámetros de vuelo se corresponden con las características de un cohete balístico de alcance medio", señaló este martes el Ministerio de Defensa de Rusia.

Por ello, la delegación rusa dijo ayer que ha sugerido a EU modificar su propuesta de declaración, lo que por ahora ha impedido que el texto sea adoptado, dado que necesita la unanimidad de los quince miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

La misión rusa, además, criticó en un comunicado que algunos medios occidentales hayan dicho que el país ha "bloqueado" la declaración y subrayó que el documento está aún en negociación.

En ese sentido, denunció los "pasos sin escrúpulos de algunos miembros del Consejo de Seguridad que cometen filtraciones deliberadas, minando la cultura de interacción (...) establecida a lo largo de los años".

Las diferencias entre Moscú y las potencias occidentales se hicieron evidentes en el debate de emergencia celebrado este miércoles por el Consejo de Seguridad.

En él, EU exigió un aumento de la presión sobre Corea del Norte y anunció que va a proponer nuevas sanciones internacionales, mientras que Rusia se mostró en contra y defendió la necesidad de un diálogo sin condiciones previas con Pyongyang.

 ATAQUE PREVENTIVO SERíA 'CATASTRÓFICO'

Un ataque preventivo podría ser una de las "cosas bastante severas" que el presidente Donald Trump dijo que está considerando respecto a Corea del Norte, pero es una medida con tantos riesgos que es una de las opciones menos probables.

Ni siquiera un "ataque quirúrgico" contra instalaciones nucleares y de misiles destruiría el arsenal norcoreano o impediría que su líder, Kim Jong Un, responda rápidamente con artillería de largo alcance que podría cobrar la vida de un gran número de surcoreanos en cuestión de minutos.

Entonces podría darse un enfrentamiento abierto. Y aunque el jefe del Pentágono, Jim Mattis, afirma que Estados Unidos dominaría, también cree que sería una "guerra catastrófica".

Ayer jueves en Polonia, Trump dijo que es momento de confrontar a Corea del Norte.

"No me gusta hablar de lo que he planeado, pero hay cosas bastante severas en las que he estado pensando", dijo el mandatario. "Eso no significa que vayamos a hacerlas".

Trump no mencionó cuales son las "severas" opciones que sopesa tras el lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte el pasado 4 de julio. El gobierno ha revisado su política en torno a Corea del Norte durante meses, y previamente declaró que la "paciencia estratégica" había fracasado. Washington ha mencionado la posibilidad de detener el flujo de capital para su programa nuclear y hacer que otros países se sumen a la presión diplomática y económica.

Pero Trump afirmó que sus asistentes no han descartado la posibilidad de un conflicto bélico contra un adversario que desafía abiertamente las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y amenaza a Estados Unidos.

Presentan hoy nuevo tratado para desarme

Más de 120 países tienen previsto aprobar hoy viernes un tratado para prohibir las armas nucleares, un pacto con el que esperan hacer avanzar el desarme, pero que ha sido boicoteado por todas las potencias atómicas.

El texto, encargado el pasado año por la Asamblea General de la ONU, ha sido negociado durante las últimas tres semanas en la sede de la organización y está finalmente listo para su adopción, según confirmó hoy la presidenta del proceso, la diplomática costarricense Elayne Whyte.

"Estoy convencida de que tenemos un acuerdo general para una prohibición robusta y completa de las armas nucleares", aseguró Whyte en una conferencia de prensa.

Whyte confió en que el tratado salga adelante por consenso y ni siquiera tenga que ser votado, aunque cualquiera de los países participantes tiene derecho a solicitar una votación.

Una vez adoptado, el texto se abrirá a la firma de los Estados miembros el próximo septiembre y entrará en vigor una vez que 50 países completen su proceso de ratificación.

Según el tratado, los firmantes se comprometen a no "desarrollar, ensayar, producir, fabricar, adquirir de cualquier otro modo, poseer o almacenar armas nucleares u otros dispositivos explosivos nucleares".

Además, también queda prohibido entre otras cosas transferir a otros este tipo de armas, usarlas o amenazar con usarlas o permitir su emplazamiento en el territorio nacional.