Rafael Nadal (i) y Roger Federer se enfrentarán por tercera vez en el año, el español no derrota al suizo desde el 2014. (Archivo)
La final del Masters mil de Miami regalará al deporte una nueva edición del duelo entre Rafa Nadal y Roger Federer, un choque clásico que se repetirá por tercera vez este año, la segunda en la ronda decisiva después del partido del Abierto de Australia.
El suizo ganó en ese épico encuentro por 6-4, 3-6, 6-1, 3-6 y 6-3 y también en octavos de Indian Wells (EE.UU.) por 6-2 y 6-3, por lo que el español tiene en Miami la oportunidad de resarcirse y ganar su primer cara a cara ante Federer desde que ambos superaron sus respectivas lesiones y volvieron al circuito a principios de año.
La revancha sería doble para Nadal, de 30 años, en caso de vencer, ya que la pista central de Crandon Park acogerá la reedición de su final de 2005, cuando Roger Federer remontó para llevarse el título por 2-6, 6-7(4), 7-6(5), 6-3 y 6-1.
"Fue un partido épico y un punto de inflexión en mi carrera", recordó Federer, cuando avanzó ayer sábado a la misma ronda del mismo torneo y contra idéntico rival, doce años después.
Además de ese 2005, Federer consiguió la victoria en Cayo Vizcaíno en 2006 ante el croata Ivan Ljubicic, al tiempo que Nadal nunca pudo alzarse con el trofeo de Miami pese a sus cuatro finales disputadas. "En Miami he perdido más de lo que debería", dijo Nadal antes de su debut en esta edición.
Federer, considerado el jugador en mejor forma del circuito y ganador del Abierto de Australia e Indian Wells, aseguró que se siente como en los "viejos tiempos", cuando se cruzaba con Nadal "cada dos semanas" y nunca tenían "suficiente" el uno del otro, llama que ahora se ha reavivado.
Además, antes de su debut en Miami ya había dicho que le encantaba la idea de jugar de nuevo contra su máximo rival en la final.
El manacorí supera a Federer con 23 victorias por 13 derrotas, pero no le doblega desde las semifinales del Abierto de Australia de 2014, hace más de tres años.
A pesar de las últimas dos victorias de Federer en enero y marzo, el transcurso del torneo celebrado en Cayo Vizcaíno le otorga ventaja a Rafa Nadal, "a priori", debido a que su camino hacia la final fue menos exigente.