Nairo Quintana se llevó la victoria en la etapa nueve de la carrera. (EFE)
El colombiano Nairo Quintana se despegó de sus principales rivales en una difícil subida a Blockhaus para ganar ayer la novena etapa del Giro de Italia y de paso arrebatarle la camiseta rosa de líder a Bob Jungels, en una jornada marcada por un choque masivo.
El choque acabó virtualmente con las esperanzas de título de los compañeros del equipo Sky Geraint Thomas y Mikel Landa, además de las de Adam Yates, de Orica-Scott.
Quintana, que ganó el Giro en el 2014, cruzó la meta con 24 segundos de ventaja sobre el francés Thibaut Pinot, que rebasó a Tom Dumoulin en un sprint para llegar segundo.
Bauke Mollema cruzó cuarto y el dos veces campeón Vincenzo Nibali fue quinto.
"Un día muy bonito", dijo Quintana. He querido demostrar que las piernas mías y las de todos mis compañeros van bien. Me encuentro fuerte y el equipo también se siente así. Todos los muchachos han trabajado de manera fantástica, desde el primero hasta el último, cada uno en el momento adecuado, y eso siempre te da una motivación extra para rendir al máximo".
Quintana le dedicó su victoria al campeón del Giro en el 2011 Michele Scarponi, que murió en un choque con una furgoneta cuando se entrenaba el mes pasado.
"Esta victoria va dedicada en primer lugar a todos los aficionados colombianos y latinoamericanos; también por Michele Scarponi, de quien lamento mucho su pérdida; y también por mi mujer y todas las madres en su día".
"Queda mucho por delante en este Giro", agregó. "Ya veremos el martes si estos 30 segundos sobre Dumoulin son muchos o pocos, pero de momento me quedo con una buena sensación y eso es lo importante por ahora".
Su compatriota Fernando Gaviria cruzó la meta 162do y va 117mo en la tabla.
En la tabla general, Quintana le lleva 28 segundos a Pinot y 30 a Dumoulin. Mollema es cuarto, 51 segundos detrás, y Nibali quinto, 1:10 detrás.