Consejos para ahorrar gasolina y hacer más eficiente tu automóvil. (ARCHIVO)
Hay un método infalible para ahorrar gasolina: ser moderado y hasta sensato con el acelerador. Pero, claro, eso no es divertido ni, a veces, fácil de lograr a mitad de un tráfico desesperante. La templanza no es una virtud que se verifique en exceso entre los conductores de grandes ciudades.
Entonces, solemos hacer caso de métodos ingeniosos y productos milagro, aplicados al motor del auto. Magnetos en mangueras, aditivos en la gasolina... No hace falta agregar algo a lo que Profeco y la Comisión Nacional para el Ahorro de Energía dijeron hace años: esos sistemas son patrañas o exageraciones. Aquí, consejos desde el sentido común.
Respeta la bitácora haz un buen mantenimiento.
Tener un control casi obsesivo de las idas al servicio te permitirá ahorrarte unos pesos en combustible, pero también hará que se extienda al máximo la vida útil de tu vehículo. Dependiendo la marca, pueden ir en lapsos de 10 mil ó 15 mil kilómetros.
NEUMÁTICOS EN BUEN ESTADO UN RODAMIENTO EFICIENTE
Para verificar el desgaste de tus llantas, puedes recurrir a una moneda de dos pesos y colocarla en las ranuras del dibujo. Si la parte plateada es visible, es momento de estrenar llantas. Para aumentar su durabilidad puedes hacer la rotación de las mismas en cada mantenimiento. Otro punto importante es la presión, ya que deben tener la recomendada por el fabricante. Así, además de reducir el consumo de combustible, evitará que sufras algún accidente de tránsito.
OPTIMIZA LOS CAMBIOS NO TE REVOLUCIONES DEMASIADO
Si tu auto es manual, puedes ayudar a que el motor sea más eficiente fijándote bien en los cambios de velocidad. Según los expertos, en primera, segunda y tercera, lo ideal es cambiar antes de las dos mil rpm. Al llegar a 40 km/h, puedes circular en cuarta y a unas mil 500 vueltas del motor, puedes hacerlo en quinta, a una velocidad de 60 km/h, sin exigir de más al motor en terreno plano. Con transmisión automática lo que se recomienda es presionar el acelerador suavemente y dejar que la transmisión y el motor trabajen naturalmente, con una aceleración gradual.
