NUESTRA SALUD MENTAL
ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A.C. (PSILAC)
CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
ADOLESCENCIA EN EL SIGLO XXI
SEPTUAGÉSIMA SEGUNDA PARTE
Y seguramente nos preguntaremos ¿Qué sucede con ese gran porcentaje de estudiantes que desertan las universidades y que parecen flotar en nuestra sociedad a veces sin rumbo, entre confusos y perdidos, sin detectar pistas que los guíen y los ayuden a encontrar su espacio y a encontrarse a sí mismos? En algunas instituciones, existen programas que buscan detectar e investigar a estos chicos mediante programas de seguimiento para apoyarlos y guiarlos vocacionalmente, y ofrecerles opciones diferentes en las que se puedan integrar y funcionar más exitosamente; un modelo que desgraciadamente no es común encontrar en nuestro medio educativo. En muchos otros casos, estos jóvenes pueden empezar a recorrer y probar al azar diferentes escuelas profesionales, sin orientación alguna, esperando encontrar otra que les acomode, especialmente cuando tienen medios económicos suficientes y cuentan con la paciencia y el apoyo familiar. Para muchos sin embargo, dependiendo de los motivos de la deserción, ésta puede ser total y abrumadora, al grado que abandonan por completo los esfuerzos para seguir adelante por ese camino y prefieren buscar otras opciones, ya sea un puesto en el negocio o la empresa familiar, que tal vez desde el principio han estado disponibles, o simplemente buscar un empleo básico para quienes no cuentan con ese tipo de oportunidad mencionada, a sabiendas que realmente las oportunidades de empleo bien pagado, no son tan fáciles de encontrar en nuestros tiempos, ni en nuestra región. Desgraciadamente, esta circunstancia facilita y llega a empujar a muchos adolescentes a engancharse en ese tipo de empleos fáciles y atractivos en el área delictiva, que son tan frecuentes y a la mano, ya que también han cobrado gran popularidad en nuestra época, en los que pueden llenar muchas de sus necesidades económicas a la vez que de otro tipo, pero generalmente sin conciencia de los graves riesgos que ello significa, tanto para su integridad personal como para la familiar. Hay otros casos, en que estos chicos que de por sí no suelen poseer muchas habilidades, caen en situaciones de decepción, pasividad y desesperanza, y toman una especie de actitud de huelga de vida, en la que no encuentran incentivos para volver a estudiar, ni tampoco para trabajar o tomar alguna actividad apropiada para su edad, y con el apoyo consciente o inconsciente de la familia, se mantienen en esa posición por tiempo indefinido. Hace algunos años se conocían como los "ni, ni", pero me parece que es una especie que sigue presente en muchas familias y que pueden requerir de ayuda especializada. Hay otros chicos o chicas, que ante su frustración y dotados de un espíritu de aventura, deciden salir de la región y buscar otros horizontes más lejanos, sea dentro mismo del país, o hacia el extranjero, en un mundo como el actual, en donde el extranjero se ha convertido en una palabra de todos los días y muy al alcance de este tipo de adolescentes. Al igual que todas las experiencias de la vida, la deserción para estos jóvenes, se puede convertir en una experiencia sumamente traumática y con resultados negativos para ellos, su familia y la sociedad en general, pero igualmente se puede convertir en una experiencia estimulante, de renovación y de crecimiento personal, dependiendo de la personalidad y las fuerzas psicológicas tanto del adolescente, como de su familia (continuará).
Por: Dr. Víctor Albores García
