ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A.C. (PSILAC)
CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
ADOLESCENCIA EN EL SIGLO XXI
SEPTUAGÉSIMA TERCERA PARTE
No cabe duda entonces, que la deserción escolar que acontece tanto a nivel de la educación media, como sucede especialmente en los niveles universitarios, se ha convertido en un fenómeno cada vez más grave e importante que aparece como una especie de remolino en círculos que afecta desde los niveles más personales e individuales en el caso particular de cada adolescente, pero a la vez en la forma como influye en su familia por un lado, pero por el otro igualmente a nivel institucional educativo y aún más ampliamente en la productividad a todos los niveles sociales y públicos a lo largo del país. Desgraciadamente, me parece que se trata de un problema que a pesar de su profundidad e importancia, no parece formar parte del cúmulo de noticias sensacionalistas y amarillistas que caracterizan a nuestros medios de comunicación, ni tampoco suele aparecer en los programas políticos y administrativos de nuestro sistema, quizás un tanto opacados por los altos niveles de voracidad, delincuencia, desfalcos, fraudes y corrupción a los que tristemente nos hemos acostumbrado, y en donde suelen perderse aquellos recursos que idealmente serían necesarios para invertir en programas de investigación, detección y solución de este gran problema nacional que me parece sumamente urgente, y que hasta podríamos diagnosticar como una especie de enfermedad social muy seria. ¿Qué tantas variables se esconden en el fondo y en las raíces de este problema, a lo largo de esos diferentes niveles de un remolino que parece crecer con el tiempo, y especialmente con el tipo de condiciones que caracterizan al México actual, producto igualmente de un mundo cada vez más mecanizado, tecnológico que inclusive se esparcen como tendencias robotizantes que van escondiendo tras de sí los rastros de muchos de estos jóvenes que pueden permanecer perdidos y abandonados en el camino, o amargamente insatisfechos en trabajos o posiciones que no les permiten desarrollar sus capacidades por completo? Hay empleos que potencialmente llegan a convertirse en prisiones físicas o psicológicas para toda la vida, tanto para ellos como para ellas, desde las cuales deben esforzarse por crecer, superarse así como mantener un hogar e hijos y sobrevivir sin los estímulos suficientes o necesarios. Desde un punto de vista psicológico y psiquiátrico, pensando en el desarrollo emocional y la maduración de cada individuo, tenemos que tomar en cuenta, que este tipo de prisiones laborales donde el estrés, la insatisfacción, la inercia, la decepción y la amargura se conjugan en la instalación de un territorio con un potencial altamente insalubre y sumamente adecuado y fértil para la instauración de toda clase de malestares y enfermedades, tanto físicas como psicológicas. Me parece que un enorme porcentaje de los pacientes de todas las edades, hombres y mujeres, que acuden por millares a los consultorios privados o a las consultas de las instituciones públicas, o a los servicios de urgencia, padecen cuadros más o menos intensos de ansiedad o depresiones, las enfermedades prevalentes de nuestra época, que se manifiestan frecuentemente por una serie de síntomas somáticos, que en un buen porcentaje esconden diagnósticos generalmente psicológicas y psiquiátricas, y que sobre todo en los adolescentes o los adultos jóvenes pero aún en los adultos mayores, pueden derivar de tales sentimientos de insatisfacción, enojo, tristeza, impotencia, decepción, amargura o arrepentimiento, derivados a su vez de ese fenómeno de deserción que enfrentaron años atrás, pero que naturalmente se puede prolongar a lo largo de la vida como consecuencias de tales decisiones que les afectan a ellos en lo personal, a la vez que a sus parejas, dependientes y demás familiares (continuará).
