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NUESTRA SALUD MENTAL

ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A.C. (PSILAC)

CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

ADOLESCENCIA EN EL SIGLO XXI

SEPTUAGÉSIMA CUARTA PARTE

¿Qué variedad de opciones y oportunidades de empleo existen en la actualidad en México para los millares de jóvenes que terminan el bachillerato, la carrera profesional, o los diversos diplomados y maestrías que se ofrecen en las tantas instituciones educativas públicas o privadas para llenar las necesidades de un mercado laboral? ¿A la vez, qué tipo de opciones, empleos o posiciones se encuentran presentes para aquellos que forman ese gran ejército de desertores, quienes tal vez iniciaron alguno de estos caminos académicos, pero por una o varias de las múltiples razones que se han mencionado en las columnas anteriores, no lograron avanzar más allá y debieron retirarse a buscar otros espacios laborales donde ubicarse a pesar de no ser los ideales, pero en los que quizás pudieran funcionar mejor de acuerdo a sus habilidades o especialmente a sus necesidades? En este enorme maravilloso y fértil país en el que vivimos, compuesto por tantas y tan diversas culturas y subculturas, uno se pregunta entonces en qué áreas se puede colocar alguno de esos miles de desertores académicos que tal vez sientan no poseer las suficientes habilidades o capacidades sociales o intelectuales para funcionar adecuadamente en los diversos senderos profesionales, ya sea porque en tantas ocasiones se trata de individuos inconstantes con poca capacidad de compromiso, que prefieren no esforzarse demasiado y por lo mismo se encuentran al acecho de aquellos empleos en donde el dinero se pueda amasar "fácilmente", sin necesitar estar avalado por certificados universitarios. Desde tal perspectiva, se podría pensar que existen en nuestro México con cada vez mayor actualidad, dos caminos principales que gozan de una enorme, constante y deslumbrante publicidad, que los hace sumamente visibles y atractivos para muchos de estos jóvenes desertores e inmaduros, a la búsqueda de dinero o posiciones "fáciles" importantes, sin poner demasiada atención en el precio a pagar, o quizás especialmente porque se han acostumbrado a pensar que son posiciones gratuitas. Abiertamente y sin tapujos, existen estas dos opciones principales: la primera tiene que ver con la afiliación y participación activa en el campo del tráfico de drogas, sumamente alabado, publicitado y disponible para cualquiera de estos muchachos o muchachas que así lo escojan y que busquen ascender en los diferentes puestos y escalones que se les pueden ir proporcionando hasta llegar a alcanzar niveles más altos, dependiendo de su astucia, impulsividad y demás capacidades personales adecuadas El segundo camino, y no por ello menos importante, goza también indudablemente de una amplia e increíble publicidad cotidiana a través de todos los medios de comunicación, puesto que se trata del camino de desarrollo político nacional, en el que se puede o no necesitar un título profesional, que en tantas instancias no tiene importancia, sobre todo cuando contamos con excelentes maquiladores de títulos que se encargan de desaparecer los obstáculos, en el caso de los desertores, que igualmente podrán encontrar posiciones a la medida. Tristemente, se trata de una realidad que vivimos en nuestros días, que quizás en cierta forma siempre ha existido como parte de nuestra revolución, pero que ahora se ha convertido en un hecho más público y menos pudoroso al ensalzar directamente y sin tapujos las caras duras de tantos de nuestros supuestos servidores públicos o de capos mafiosos, indiferenciados tal vez unos de otros, que son capaces de sonreír fácil o burlonamente gracias a esa impunidad y clandestinidad que les otorga nuestro sistema político y administrativo actual, en esa posición de vedettes o rock stars que están sirviendo como modelo de vida para tantos de nuestros jóvenes, desertores o graduados. Lo patético y a la vez amenazante e impactante de esta experiencia, es que se están marcando públicamente y con lujo de publicidad a lo largo del país a este tipo de imágenes peligrosamente atractivas y seductoras, que menosprecian el trabajo honrado y los valores que le acompañan, para ensalzar "el dinero fácil", la corrupción, los fraudes y la criminalidad como mecanismos justificados para el desarrollo de los jóvenes que hoy comienzan su vida y se convertirán en los adultos del mañana para dirigir nuestra sociedad (continuará).

  Por: Dr. Víctor Albores García

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