Destroza. El techo de la cocina de Pedro Núñez, colapsó tras caerle una palma encima.
"Yo miraba que los árboles se movían pa' todos lados con el aire que estaba haciendo, casi los quería sacar y le dije a mi señora: a lo mejor saca la mora el aire, nunca me acordé de la palma, apenas había dicho eso cuando de repente ¡Zas! Se oyó el trancazote de la palma que cayó en el techo, mi muchacha estaba allá adentro en un cuarto", relata Andrés Núñez.
Pasaban de las 7 de la tarde del viernes, las ráfagas de viento y la lluvia se dejaban sentir con intensidad en la región.
En el ejido El Sacrificio, municipio de Matamoros, Andrés Núñez se encontraba en casa con su esposa e hijos. Estaban comiendo.
Pedro Núñez, su hijo, llegaba de laborar en la obra. Lo primero que hace es dirigirse a su casa, pero la ve vacía ya que Tania Rodríguez, su esposa y sus tres hijos, se habían ido por la mañana a la casa de los abuelos maternos, que viven en el ejido El Refugio.
Pedro decide no comer ahí y mejor hacerlo mejor en la de sus padres y sus hermanos, pues está a un costado de su casa.
Una de las hijas de don Andrés Núñez, sale al baño. Pero por el viento, no regresa a la casa, sino que se mete a la de Pedro y en ese momento cae la palma.
"Uno de mis hijos salió y me dice: Apá se cayó la palma y cayó en el techo. Salí corriendo como loco y me metí y mija gritando allá adentro, pensé: está herida. Gracias a Dios No. Dice que apenas había subido el escalón cuando se oyó el trancazo, el aire la aventó para el cuarto y nada más un terrón le alcanzó a pegar. Estaba bien asustada, estaba llorando", narra.
Sin importar ya la lluvia ni el viento, todos los integrantes de la familia Núñez se volcaron en ayudarla a salir, algo difícil porque el techo de la cocina cayó completamente por la palma.
La joven salió ilesa. Los muebles de la casa tampoco resultaron con afectaciones, debido a que todos estaban acomodados en las orillas y la parte más afectada de la casa fue la del centro.
La familia evaluará la petición de apoyo y material a la presidencia municipal, ya que Pedro Núñez es albañil y ahorita la situación "está de la fregada".
Don Andrés Núñez, sabe que el viernes la fortuna acompañó a la familia, pues a pesar del accidente, todo se conjugó para que no hubiera pérdidas que lamentar.
Cuenta que su nuera rara vez sale de su hogar y ése día en El Refugio habría un festejó, por lo que aprovechó para salir y visitar a sus padres.
Esto ocasionó que Pedro se fuera a comer a su casa, además de que la palma cayó cuando su hija había cruzado ya hacia el otro cuarto.
APOYO
Elementos del Cuerpo de Bomberos de Matamoros, acudieron ayer a mediodía para hacer las labores del retiro de la palma.
Fueron dos elementos los que realizaron los trabajos que se prolongaron por casi siete.
Los elementos estimaron que la palma medía alrededor de 14 metros, de los cuales 7 cayeron sobre el techo.
El siglo de torreón / Edith González