Para Lorena

Lo primero, y lo más importante, es soñar y focalizar toda la atención en el sueño; aparejado a esto viene reconocer la interdependencia entre todos los seres vivos.

La vida te da los mejores regalos cuando menos lo esperas; recibes a manos llenas de personas insospechadas; en una sola tarde creces, en tu interior, más que en meses o en años; la existencia no deja de sorprendernos y es necesario ser agradecido.

Les cuento. Lorena me habló y me dijo sobre la visita a La Laguna del coach Mario Reyes. No sólo eso, me invito a tomar un café con él en cuanto arribara. Algo me incomodaba de la invitación, había conversado con motivadores, terapeutas, expertos, magos y chamanes... El resultado, en varias ocasiones, fue quedar un tanto decepcionada por lo “divos”, egocéntricos y soberbios que son algunos. Para darme a entender con mayor claridad: me sentía un poco desencantada de este mundo.

La tarde del encuentro la sonrisa de Lorena iluminó el saludo, y ahí estaba Mario Reyes, uruguayo avecindado en Madrid. A botepronto confesó los dos proyectos de vida que diseñó, uno para su primera juventud y el segundo con corte en los cincuentas. Mario, un hombre sencillo, con la paz brotándole de cada poro, sin pretensiones de convertirse en el predicador que no admite interrupciones. Al día siguiente lo entrevisté al aire, la conversación fue plácida, emotiva, llena de luces. Luego hubo un taller llamado Proyecto de Vida al cual pude asistir gracias a Lorena.

De ese taller me quedo con varias reflexiones, algunas ya pensadas, algunas pendientes de convertirse en acciones. Lo primero, y lo más importante, es soñar y focalizar toda la atención en el sueño; aparejado a esto viene reconocer la interdependencia entre todos los seres vivos, todo lo que pasa en mi vida no solo impacta en mí, también en los demás. Cuando decides hacer consciente tu sueño, que para algunos será definir lo que se quiere en la vida, la magia ocurre, todo se alinea a tu favor, las cosas suceden. Mario citó a Séneca: “Si yo no sé a qué puerto me dirijo, cualquier puerto es favorable”.

Mi proyecto de vida toca al de las personas involucradas, mas ¿cómo es que nos comunicamos con los demás? He ahí el gran problema de las relaciones humanas. Mario nos preguntó, ¿a ustedes les enseñaron a hablar?, todos respondimos “sí”; ¿les enseñaron a caminar?, y obvio la respuesta fue “sí”. Continuó cuestionando si nos habían enseñado a leer, a escribir antes de soltar una pregunta más: “¿A ustedes los enseñaron a escuchar?” No hubo respuesta, sólo un silencio a manera de “no”. ¿Qué significa escuchar? Es un acto de humildad, es estar presente en el otro, estar atento a lo que me dicen sin el parloteo interior del juicio. Cuando una persona es escuchada le dan ganas de seguir hablando, se siente respetada.

La comunicación es un proceso y por lo tanto es dinámico e involucra talentos: 1.- Escuchar. 2.- Hablar. 3.- El reconocimiento de la emoción. 4.- La sustitución de la queja por la definición de la necesidad.

En el tema del habla es obligado reconocer en las palabras fuerza y movimiento. El coach nos sugirió estar atentos para dejar de lado aquellas que hacen sentir mal a alguien; ser generosos cuando haya algo positivo que reconocer en los demás; si hay algo negativo por señalar podemos recurrir a “en este momento eres incómodo para mí”. No enjuiciamos para siempre diciendo “eres muy incómodo”. ¿Compartir tu necesidad en lugar de quejarte?, eso es clave. Las quejas son el resultado de no obtener lo que queremos.

Habría que escribir un tratado sobre las emociones. La guía básica consiste en reconocerlas, identificarlas, definirlas y expresarlas desde el corazón.

Un propósito común que pudiéramos adoptar todos los seres humanos es “crear buenos vínculos” de tal suerte que el día de mañana seamos recordados no como los demás quieran sino como nosotros nos lo planteamos y manifestamos a partir de la construcción de nuestras vidas.

Ser generoso es mostrar cariño por los demás. Lorena y Mario fueron muy generosos. Ojalá y esto sea para ti lo que fue para mí: un punto de partida.