Durante el año 2016 se captaron en las presas Lázaro Cárdenas y Francisco Zarco escurrimientos del río Nazas por más de 2,000 millones de metros cúbicos (Mm3), teniendo actualmente un almacenamiento de 2,927 Mm3 y 231 Mm3 respectivamente al inicio del ciclo agrícola 2017 Primavera-Verano, que en conjunto suman un volumen de 3,158 Mm3.
Es de esperarse que los volúmenes aportados a las presas no se modifiquen durante esta época de estiaje, en la que las lluvias son mínimas o nulas hasta que inicie la temporada de lluvias en julio o agosto, por lo que solamente habrá que descontar las extracciones de las presas para el riego agrícola y las pérdidas por evaporación y filtraciones en el subsuelo y laderas colindantes que representan un volumen relativamente pequeño.
Si bien las aportaciones anuales de agua en la cuenca del río Nazas son muy variables, el promedio de aguas superficiales que se captan en la presa Lázaro Cárdenas es de 1,200 Mm3 y la recarga anual de aguas subterráneas al acuífero Principal se estima que es de 510 Mm3. Para este año, debido a las reservas extraordinarias almacenadas en las presas, se tiene autorizado un ciclo de riego de 1,050 Mm3, por lo que es muy probable que en el 2017 nuevamente se llenen las presas, dependiendo de que tanto llueva en la cuenca alta y media del río Nazas.
De ser así, es un buen momento para replantear la recarga del acuífero Principal en el área de la represa de San Fernando, para crear una reserva urbana de agua subterránea en la zona metropolitana de Torreón-Gómez Palacio-Lerdo, destinando un volumen de 100 Mm3 de agua de las presas para que se infiltre en el lecho seco del río Nazas entre San Fernando y el Cañón de Calabazas durante el período de riego agrícola. Este volumen equivale a menos del 10% del total autorizado para la agricultura y los beneficios que puede aportar serían muy valiosos para la Comarca Lagunera.
Es necesario aprovechar la disponibilidad de agua conservando reservas para años futuros, tanto para el riego agrícola almacenando el agua en las presas como recuperando la recarga de los acuíferos para el abasto urbano y para la restauración de los humedales de los ecosistemas del río Nazas, permitiendo que escurra un gasto ecológico continuo y permanente en su cauce con un caudal muy bajo, menor de 10 metros cúbicos por segundo (m3/s).
Para lograr estas acciones se requiere conciliar estos objetivos mediante una planeación anticipada y establecer un control adecuado en el manejo de las aportaciones de las lluvias en la cuenca a las presas y de los escurrimientos en el río Nazas hasta la represa de San Fernando.