Para fines prácticos, se puede definir como agua fósil aquella que ha estado almacenada durante miles de años en el acuífero, cuyas características difieren del agua renovable que cada año se infiltra en el subsuelo.
En el artículo anterior se mencionó que existen dos teorías sobre el origen del arsénico en el agua subterránea del acuífero Principal de la Comarca Lagunera. Ambas teorías, aunque son completamente diferentes, no se contraponen. La primera se basa en los antiguos depósitos profundos de aguas saladas que quedaron confinados por los sedimentos producidos por los arrastres de materiales del río Nazas cuando se rellenó el valle. La segunda se estableció a partir de las aportaciones de aguas subterráneas geotermales con altos contenidos de sales y temperatura que fluyen en una franja al norte del valle entre Bermejillo-Tlahualilo-Francisco I. Madero-San Pedro-Viesca.
En repetidas ocasiones, siguiendo una lógica sencilla, algunas personas han inferido y planteado públicamente, que actualmente se están extrayendo las aguas fósiles de los estratos profundos del acuífero debido a que la perforación de los pozos se ha ido incrementando.
Al respecto, conviene precisar que si bien los nuevos pozos se están perforando a 300-400 m, el nivel freático del acuífero se localiza a una profundidad de 120-180 m, de donde actualmente se extrae el agua subterránea. Los caudales de extracción de agua de los pozos recientes han resultado de 80-120 litros por segundo (l/s) de muy buena calidad, con niveles de arsénico menores a la norma mexicana NOM-127-SSA-1954, modificada en 1994, cuyo límite máximo permisible es de 0.025 miligramos por litro (mg/l).
Por otro lado, al evaluar los datos de calidad del agua de más de 80 pozos urbanos (SIMAS, SIDEAPA, SAPAL, CONAGUA) se encontró que el contenido de sales no necesariamente aumenta con la profundidad y en algunos casos disminuye. No existe una correlación entre la profundidad de los pozos y los niveles de sales, por lo que se descarta que actualmente se estén extrayendo aguas fósiles del acuífero Principal.
De acuerdo a los estudios geohidrológicos realizados por la CONAGUA, el basamento o fondo del acuífero es muy variable, pero oscila entre 600-1,000 m, por lo tanto las aguas fósiles con mayor densidad (alta salinidad) se localizan en los estratos más profundos. El descenso anual del nivel freático del acuífero varía entre 1.5-3.5 m, por lo que asumiendo un valor de 2.5 m por año, en 50 años el nivel estaría alrededor de 275 m de profundidad asumiendo que ahora se encuentra a 150 m, por lo que todavía no se llegaría a los estratos de aguas fósiles.
No se trata de agotar las reservas del acuífero, al contrario se deben hacer mayores esfuerzos para reducir las extracciones en los pozos mediante un uso más eficiente del agua y para incrementar la recarga del acuífero creando un almacenamiento urbano en la zona metropolitana.
