Dada la importancia de la presión del agua en las tomas domiciliarias de los sistemas de abastecimiento, conviene precisar y aclarar algunos aspectos del funcionamiento de la infraestructura hidráulica existente en los pozos, tanques y redes de distribución.
El suministro de agua en las ciudades varía con la época del año, con el día de la semana y durante las 24 horas, según la demanda de los usuarios. Por lo tanto, los sistemas de abastecimiento deben controlar (regular) esas variaciones manteniendo un suministro continuo, suficiente y con presión adecuada.
El proceso de suministro puede iniciarse directamente a partir de los equipos de bombeo de los pozos o indirectamente desde el bombeo en los tanques de almacenamiento, descargando el agua a las redes de distribución hasta llegar a las tomas domiciliarias. Durante el día ocurre la máxima demanda alrededor de las 8 a 9 hr de la mañana y la mínima demanda se presenta entre las 2 a 3 hr de la madrugada.
Si el bombeo en los pozos se mantiene con un flujo constante y continuo las 24 horas, puede faltar agua y presión durante el día en las horas de máxima demanda pero también puede haber un exceso de agua y presión durante la noche cuando se reduce al mínimo la demanda. Estas variaciones se deben regular con tanques de almacenamiento, los cuales deben recibir el agua de los pozos y re-bombear a las redes según las demandas y presiones requeridas. Los tanques se deben llenar durante la noche y surtir de agua a la red durante el día.
Cabe destacar que cuando el suministro es por tandeos con servicio intermitente durante el día entre las 7 a.m. a las 7 p.m., durante la noche las redes se vacían y despresurizan, lo cual provoca que entre aire a las tuberías y se formen "tapones" de aire atrapado. Adicionalmente, al día siguiente se requiere mucho tiempo para llenar nuevamente las tuberías.
Cuando en una zona o sector existen dos o más pozos, se pueden presentar "choques hidráulicos" de presiones en las tuberías colindantes en las áreas de influencia de los pozos, lo cual restringe el flujo en las tuberías y afecta el suministro de agua en otras áreas.
Los circuitos hidráulicos de las redes de distribución deben mantener sus presiones en equilibrio, con valores que oscilen entre 0.8 a 1.5 kg/cm2, que equivalen a columnas de agua de 8 a 15 m respectivamente. Los circuitos pueden operarse en forma independiente o estar interconectados, en este último caso lo que ocurre en un circuito afecta al otro.
Para controlar la presión en las redes, ahora se pueden instalar variadores de velocidad en los equipos de bombeo, tanto de los pozos como de los tanques. Con estos dispositivos se obtiene un control automático con un sensor de presión en las tuberías que envía la señal al variador para aumentar o disminuir las revoluciones de los motores de las bombas, que equivale a incrementar o reducir el caudal y la presión del agua suministrada a las redes de distribución.