Columnas la Laguna Columnas La Laguna Editorial

PARTICIPACIÓN CIUDADANA 29

LA CIUDADANíA Y EL PROCESO ELECTORAL

TALÍA ROMERO

Hace unos meses asistí a una capacitación en la que, entre otros temas, abordamos el de la participación como aspecto fundamental de una democracia.

La reflexión respecto al tema fue lo suficientemente clara para reconocer que en los procesos electorales, como los conocemos en México, no existe la posibilidad real de "participar" o "ser ciudadanos", en tanto que no representan una oportunidad de generar cambios en nuestro entorno inmediato o nuestro futuro como individuos o sociedad (a menos, claro, que se participe desde adentro y la expectativa de cambio individual involucre la aspiración a una casa en Las Lomas, o humildemente, en Las Trojes en Torreón).

Ser ciudadano, para José Bernardo Toro Arango (Fundación Social Colombia), implica la capacidad de crear o modificar, en cooperación con otros, el orden social que se requiere para vivir, cumplir y proteger la dignidad de todos. Esa clase de ciudadanía se ejerce dentro de una democracia, entendida como una forma de ver el mundo y no como un sistema electoral, vinculado al sistema económico del capital.

Desde esta perspectiva, el sólo hecho de votar en México (en Coahuila, en Torreón) no implica necesariamente participar en la generación de un cambio. Por lo tanto, anular el voto tampoco parece una vía de participación, mientras este acto no se acompañe de organización política y/o social con otros miembros de la comunidad para generar los modos y espacios de convivencia que buscamos.

Al sistema electoral en este país le conviene, sin duda, difundir el mensaje de que votando cambiamos el rumbo del país; o que quien no vota no tiene derecho de exigir de sus gobernantes; o que la apatía en las elecciones es un síntoma de baja participación ciudadana. Sacar a los inconformes o apáticos (aparentemente) a votar en junio es un triunfo para un sistema que busca legitimarse a través del voto de sus plebeyos (perdón, ciudadanos).

Lo que no conviene a un sistema político que se resiste a comprender que en tiempos de redes sociales el descontento ciudadano, causado por su común descaro, se ha convertido en una bola de nieve, que crece y crece entre otra clase de ciudadanos: personas conscientes de que la única posibilidad de generar cambios está en ellos mismos y su despertar de conciencia política y social, su capacidad para organizarse, participar desde sus trincheras, planear, construir, opinar, trabajar y modificar su entorno y el de otros ciudadanos.

Organizaciones como PC29, y otras causas ciudadanas, dan fe de este despertar de conciencias entre la comunidad lagunera. Un despertar que esperamos trascienda el momento electoral, y se transforme en una participación activa; en una vigilancia constante de la función pública y sus relaciones con particulares; en una intervención directa en la planeación y ejecución de planes de gobierno, de desarrollo comunitario, de impacto social.

Leer más de Columnas la Laguna

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas la Laguna

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1313274

elsiglo.mx