Los tiempos electorales llegaron y las campañas ad nauseam de promesas, propuestas vacuas, adornadas, desproporcionadas e irrealizables y otras inútiles que no abonan al bienestar y al bien común; mucho menos contemplan la realidad de la megadeuda que nos define como uno de los estados más endeudados y nunca aclarado, pero como la conseja popular dice: "el prometer no empobrece, dar es lo que aniquila".
Tiempos de dar un sinfín de materiales de construcción, vales, despensas, efectivo que la gente está necesitando en su diario y precario vivir y que ante tantas carencias deben de aceptar, pero que no le condicionen a votar por los mismos corruptos que, con tal de ganar, son capaces de las peores prácticas, para llevarse el pastel completo.
Me declaro antipriista por antonomasia y con conocimiento de causa, porque desde que nací no ha habido otro partido que haya gobernado nuestro estado y nos han demostrado sobradamente que no tienen capacidad técnica ni de liderazgo, y tampoco tienen solvencia ética y moral, mucho menos la famosa vocación de servicio, y su actuar se resume en sírvete y enriquécete ahora que puedes, ya que la ley es letra muerta que no se cumple, ni sanciona ni castiga.
Hablando de campañas, veía un video de Siglo TV (11/04/2017) en el que el candidato del PRI Miguel Ángel Riquelme, arrogante y con un lenguaje cuestionable explicaba su rechazo a asistir a un encuentro deliberativo con los universitarios de la Ibero en el que participarán todos los candidatos que aspiran a un puesto de elección popular. Se justifica con el argumento que él sí anda trabajando, que tiene la agenda completa y que si no asiste no habrá debate. A lo que pregunto: ¿No será que tendrá temor de enfrentar el ímpetu de los jóvenes con preguntas difíciles?
A lo que también se ha negado a asistir el exalcalde de Torreón es a la gran convocatoria que PC29 Laguna y muchas organizaciones de las sociedad civil, no sólo de nuestra ciudad, sino de todo el estado han estado invitando a un acto público el próximo jueves 20 de junio en la Plaza Mayor a las 6:00 pm, en el que los contendientes respaldarán con su firma el compromiso de atender a cabalidad los diez puntos que los ciudadanos les están exigiendo que cumplan si es que buscan nuestro voto.
Creo que llegó el tiempo que analicemos si queremos más de lo mismo de la camarilla de los Moreira o le vamos a dar la oportunidad a otros candidatos que se comprometan a actuar con integridad, que busquen el bien supremo de justicia social de las mayorías, con transparencia y rendición de cuentas y que den resultados en el progreso de nuestro estado y municipios.
El próximo 4 de junio los coahuilenses en un acto cívico, republicano y democrático acudiremos a votar para renovar la gubernatura de nuestro estado y 38 municipios que lo conforman. En la soledad de la urna es cuando debemos emitir un voto de conciencia libre, razonado y responsable y no un voto comprado, manipulado, cooptado, como ha venido sucediendo en muchas elecciones anteriores en el que el partido que ha regido los destinos de nuestro estado, dígase con claridad, el PRI, tiene el plus de tener perfectamente estructurada la maquinaria que opera a su favor y que manejan con bastante disciplina y con mucho dinero de nuestros recursos que les pagamos en impuestos y servicios.
Llegó el tiempo de que, sin presiones o coacciones, razonemos nuestro voto y se lo demos a la persona que consideremos más capaz y confiable. La apuesta del PRI es que un voto fragmentado les aseguraría la victoria y mi apuesta es que si salimos todos a votar libremente, difícilmente ganarán.
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