Cuestionarse si el mundo, tal como está, es lo mejor que los humanos hemos podido hacer de este planeta, o si hemos cometido errores que se deben corregir, es una actividad que corresponde al pensamiento filosófico, que todos tenemos y usamos diariamente, de manera consciente o no.
La primera respuesta, por lo general, corresponde a un círculo social y económico mínimo, que goza de los beneficios y privilegios que el mundo, tal y como está, le otorga. También puede corresponder a quienes, motivados por ideologías religiosas o políticas tradicionales, coinciden en que el mundo es lo que es y no puede ser distinto, porque así está destinado a ser, o porque creen que las dificultades que se presentan son responsabilidad de las víctimas siempre, al cien por ciento.
La segunda opción, entonces, es que el mundo, o el país, o mi comunidad, o la escuela, deben cambiar porque "algo" no funciona como debería. Quienes, motivados por una carencia personal, por empatía o sensibilidad, han decidido poner manos a la obra en la solución de dichos problemas, enfrentan luego la decisión de cuál vía tomar, de acuerdo a sus posibilidades económicas, sociales, culturales, etc. Así, hay quienes optan por abonar desde el ejercicio público, privado o el tercer sector, que no es lucrativo.
En la historia reciente de nuestro país, las organizaciones de la sociedad civil han dado la batalla desde distintas trincheras para proponer soluciones que el mercado no ofrece (tanto el público como el privado). Se han conformado agrupaciones para defender los Derechos Humanos, porque las autoridades han sido incapaces de garantizarlos. Se han agrupado para atender a niños y adultos con discapacidades, porque el sector público ha sido insuficiente, y el privado exageradamente caro. Se organizan para promover la educación de calidad por la ineficiencia sistemática del Estado. Seguridad pública, fomento al arte y la cultura, deporte, sustentabilidad ambiental, y claro, rendición de cuentas gubernamentales y transparencia.
Cada organización surge con un objetivo, se plantea retos y posibilidades. Luego surgen "otras voces", como dijo el diputado Javier de Jesús Rodríguez Mendoza en la sesión del Congreso donde entrevistaron a los candidatos para integrar el Comité de Selección, que a su vez designará a los miembros del Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Estatal Anticorrupción, refiriéndose al activismo:
"Existen algunas voces, como la voz del activismo social, que es la del juzgar sin conocer, declarar sin preguntar o sin ninguna justificación ni fundamento. O existe el perfil más técnico, más metódico y analítico, que se apega a la norma jurídica y que resuelve el problema, que da una solución"
Durante otra entrevista, a manera de pregunta también declaró:
"Es fácil declarar sin preguntar o sin tener fundamento. El decir que un senador tenga falta de patriotismo, o que tenga gran incapacidad, o que quieran vender a la patria, a ese tipo de declaraciones me refiero... Dentro de una asociación es muy fácil hacer eso. Pero al representar a una institución, ya traes atrás a una institución que es un nuevo sistema.
¿Se buscaría un perfil meramente social, que nomás señala, pero nunca ha tenido la experiencia de que represente a una institución, o se buscaría un perfil analítico o que le sepa al tema?"
Por parte de las organizaciones de la sociedad civil, me parece pertinente hacerle llegar al diputado un par de aclaraciones:
La voz del activismo social no es la voz que juzga sin conocer. Es la voz que investiga, lleva a cabo diagnósticos de la realidad basados en estadística y estudios científicos, estudia la historia y propone soluciones a problemáticas sociales.
Institución: f. Organismo que desempeña una función de interés público, especialmente benéfico o docente. (Las organizaciones de la sociedad civil también somos instituciones, diputado).
Por lo anterior, también puede encontrar a especialistas de cualquier área del conocimiento representando a instituciones o agrupaciones de la sociedad civil. Es decir, lo invito a conocer la experiencia de los representantes e integrantes de instituciones no gubernamentales en el tema que usted prefiera, y lo comparamos con el perfil "analítico, metódico, que sepa del tema" que usted diga y mande.
Ignorar es parte de la condición humana, como sabiamente declaró Sócrates (diputado Rodríguez, Sócrates fue un gran filósofo griego que ayudó a apuntalar la base del pensamiento occidental por allá del año 400 a.C.). Servir desde una institución pública implica un alto sentido del honor y la responsabilidad que la mayoría de quienes intentan descalificar el trabajo de la ciudadanía organizada no tienen. Simular que se realiza un servicio público es hacer demagogia, es carecer de ética y las implicaciones de esta carencia son evidentes en los resultados de esta legislatura y las anteriores en nuestro estado.
Por parte de PC29 refrendamos el compromiso ante la ciudadanía, y como parte de ella, por promover mejores prácticas democráticas, por exigir transparencia y rendición de cuentas de nuestras autoridades, por trabajar en la construcción de un Sistema Estatal Anticorrupción a la altura de los coahuilenses, de manera ética y profesional. Como miembros de Alianza Anticorrupción estamos participando en el proceso, aun y cuando hemos declarado que las reglas que la legislatura y el gobernador han planteado para el proceso son altamente perfectibles, por la convicción de que sólo fortaleciendo a las instituciones podremos consolidar la participación ciudadana, y un mejor gobierno.
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