De lujo. Las dos propiedades diplomáticas rusas estaban equipadas con más que canchas de tenis y lujosas habitaciones.
Dos grandes mansiones del Gobierno ruso en Estados Unidos han desatado una disputa entre ambos países. Esto, después de que en diciembre, el expresidente Barack Obama confiscó las dos instalaciones -una en Nueva York y la otra en Maryland- y expulsó del país a 35 diplomáticos rusos por la presunta implicación de Moscú en las elecciones presidenciales de EU.
Aunque en ese entonces, el Presidente de Rusia, Vladimir Putin declinó tomar represalias ante las sanciones de Obama, altos funcionarios rusos han recientemente han dicho que sin una pronta resolución, Moscú tendrá que tomar represalias. A menos de dos semanas del encuentro entre el mandatario estadounidense y su homólogo ruso, Vladimir Putin, en Alemania durante la cumbre del Grupo de los 20, el subsecretario de Estado estadounidense, Tom Shannon, y el vicecanciller ruso, Sergei Ryabkov, se reunieron ayer en Washington para tratar la situación. Funcionarios de EU sin embargo, han minimizado las posibilidades de un avance, especialmente desde que Rusia canceló abruptamente la reunión programada de los diplomáticos en junio, en Hamburgo, como respuesta a las nuevas sanciones relacionadas con Ucrania.
Encrucijada
Trump se encuentra entre la espada y la pared:
⇒ Si devuelve las propiedades consolida su imagen de simpatizante del Gobierno ruso.
⇒ Si no lo hace, complica todavía más las relaciones.