Acapara. La gran mayoría de las casi 12 mil gasolineras que operan en México lo siguen haciendo bajo la franquicia Pemex. (AGENCIA REFORMA)
Dejar la franquicia Pemex por una nueva marca ha resultado un "viacrucis" de trámites y amenazas para algunos empresarios gasolineros que lo han intentado.
De manera anónima denunciaron que el área comercial de Pemex Transformación Industrial (Pemex TRI) pone diversas trabas para evitar que se haga el cambio, desde solicitar una y otra vez varios documentos notariados para arrancar el trámite, hasta amenazar con cortar el suministro a la estación de servicio y firmar nuevamente un contrato de comercialización.
"Pemex está haciendo todo lo posible para que ninguna estación se pueda salir", recalcaron.
Incluso cuando la Comisión Reguladora de Energía (CRE) separó los contratos de franquicia y comercialización, con el fin de quien quisiera cambiar su marca lo hiciera en un lapso de 30 días.
Sin embargo estimaron que el trámite puede tardar más de dos meses.
Añadieron que de cambiarse, la empresa del Estado les vende más caro el combustible y frena el crédito con el que operan las gasolineras, con un plazo para que liquiden todos sus adeudos.
Cuestionada al respecto Pemex rechazó poner trabas y sostuvo que la prueba está en que ya existen 68 gasolineras que operan con una marca distinta a su franquicia, pero reciben el suministro sin distinción.
"Pemex nunca ha amenazado o chantajeado a los clientes con cortar suministro por la intención de cambiar a bandera blanca o por estar operando ya con otras marcas", señaló por escrito.
La gran mayoría de las casi 12 mil gasolineras que operan en México lo siguen haciendo bajo la franquicia Pemex.