Mal inicio tuvo para la familia beisbolera de La Laguna este turbulento 2017. En su primer mes, que mañana concluye, tomaron el camino hacia el Padre dos inolvidables amigos y formidables apasionados de la pelota, gomezpalatinos ambos: el licenciado Amador Nájera Limón, orgullo de Reforma, el 4 de enero, y don Blas de Luna Sornia el día 18, a la edad de casi 94 años.
Los dos se distinguieron por su ágil crónica beisbolera en la radio, sus amplios conocimientos del deporte rey y su enorme gusto por coleccionar revistas, fotos y en general memorabilia beisbolera. Que en paz descansen. Reciban sus familiares afectuosas condolencias de quienes formamos la Peña Beisbolera de La Laguna.
Hoy se reúne la Peña, en la que son bienvenidos todos los aficionados al beisbol. Además de un breve comentario sobre el desenlace, anteayer sábado, de la temporada 2016-17 de la Liga Mexicana del Pacífico, en que resultó campeón el equipo Águilas de Mexicali, se exhibirá el único juego perfecto que ha habido en Series Mundiales.
En toda la historia de las Grandes Ligas de beisbol, que abarca más de 150 años, sólo se han lanzado 23 juegos perfectos. Y de éstos nada más uno ha sido en Serie Mundial.
Ese juego lo lanzó Don Larsen, de los Yanquis, el 8 de octubre de 1956, contra Dodgers entonces de Nueva York. Fue el quinto de la Serie Mundial de ese año, cuyo resultado fue 2 carreras a 0.
Larsen retiró en riguroso orden los 27 bateadores que enfrentó, les recetó siete ponches y obviamente ninguno se le embasó. Como dato curioso, el cubano Sandy Amorós le conectó en la 5ª entrada un larguísimo batazo de foul, que estuvo a punto de ser jonrón. El pitcher derrotado fue nada menos que Salvatore Maglie, el famoso Barbero, quien cubrió toda la ruta, le conectaron cinco hits y concedió dos bases por bolas.
Al inicio de ese juego llevaban dos triunfos por equipo Yanquis y Dodgers de Nueva York. Fue transmitido por televisión, tuvo asistencia de 64,519 aficionados y duración de 2 horas con 6 minutos.
Durante medio siglo estuvieron perdidos los rollos de la transmisión de televisión de ese juego, hasta que por mera casualidad alguien los encontró abandonados en la enorme bodega neoyorkina de la cadena televisiva. Es una joya.
Hoy, ese juego lo podrán ver quienes asistan a las siete de la tarde a la reunión de la Peña Beisbolera, en el lugar de costumbre ubicado en avenida Juárez y calle Ramón Corona. Ahí nos vemos.
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