Columnas Social columnas editoriales SOCIALES

PEQUEÑAS ESPECIES

M,V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

ALEGRARON MI DÍA

"Daisy" es una perrita criolla con dos años de edad de 8 kg. de peso con un manto de pelo hirsuto color paja dando algún parentesco con un Terrier pelos de alambre. Conocí a sus dueños por excelentes recomendaciones por parte de mi esposa, que fue maestra hace años de la propietaria de "Daisy".

Se trataba de un matrimonio joven de veintitantos años de edad, se habían conocido en la escuela de educación especial, ambos muy trabajadores y responsables, contrajeron nupcias durante su estancia escolar con actividades en panadería y cerrajería, respectivamente.

Al principio, a él se le dificultó conseguir empleo; después de diez años de matrimonio, cuentan con su propia casa y un trabajo seguro, gozando de la compañía de "Daisy", quien fue rescatada de la calle y es la alegría del hogar; en otras ocasiones, nos ha visitado a estética y por problemas gastrointestinales.

La insistencia de ellos fue mayor que en otras ocasiones para nuestros servicios. Desde un día anterior, hablaron para hacer cita, pues notaban a su mascota enferma. Al momento de recibirlos, muy preocupados me explican ambos el problema de su pequeña perrita. Afortunadamente, no se trataba de un problema de gravedad, que debido a su insistencia, llegué a pensar en alguna enfermedad aguda.

Se quejaba al cargarla, presentaba un problema respiratorio con accesos de tos, fiebre, anorexia y postración. Al explicarles la enfermedad que padecía, se relajaron y comentaron sobre la confianza que me tenían, lo cual agradecí y les expliqué el tratamiento y los cuidados que deberían tener los próximos días.

Les dio tanto gusto saber sobre el diagnóstico benigno de la enfermedad de "Daisy" que la querían dejar para baño y corte de pelo, lo cual no era conveniente por la enfermedad que padecía su mascota. La inyecté y les hice algunas recomendaciones sobre el tratamiento a seguir. Me dio gusto saber que contaban con las recetas anteriores, así como los medicamentos que le serviría para esta enfermedad, se notaba de inmediato la responsabilidad y el cariño que le tenían a su perrita.

Al despedirse, una vez más agradecieron las atenciones, y por considerarlos en mis honorarios, el taxi los aguardaba afuera de la clínica, pero realmente el agradecido fui yo, pues esta pareja me alegró el día al recibir un ejemplo de humildad y superación, cuando la mayoría de nosotros teniendo todo en la vida todavía nos atrevemos a quejarnos cuando somos los más afortunados y en ocasiones no lo sabemos valorar.

Leer más de Columnas Social

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Columnas Social

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 1349555

elsiglo.mx