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M.V.Z. FRANCISCO NÚÑEZ GONZÁLEZ

EL LENGUAJE CORPORAL DE SU PERRO

Debido a que es un animal de manada, el perro, al igual que su pariente el lobo, ha desarrollado un sutil y sofisticado abanico de métodos de comunicación basados en el lenguaje corporal y los olores.

Muchas de estas acciones son fácilmente comprendidas por el ser humano, pero algunas, como la marcación del territorio con la orina, a menudo son mal interpretadas.

La comprensión de la comunicación canina es la mejor forma de proporcionar compañía y cuidados eficaces a nuestro perro.

Ansiedad por separación. Aullar, ladrar, moverse inquieto y destruir objetos son todos signos de estrés, provocados por la sensación de quedar abandonados.

Perro sumiso. Para evitar confrontaciones agresivas, los perros tienen un ritual de comportamiento sumiso. Al tumbarse y levantar las patas, demuestran que el otro perro o el hombre, tienen más dominancia sobre éste.

Perro dominante. Algunos perros son por naturaleza más dominantes que otros; levantar las orejas, mantener erguida la cola, mantener las patas tiesas listas para lanzarse hacia delante, son muestras de dominancia, que es más habitual en los machos y requiere un firme control por parte de sus dueños.

Marcación mediante el olor. El olor de la orina colocada en posiciones estratégicas sirve de marcador frente a los demás perros, dando información acerca de quién y cuándo lo depositó.

Juego y pelea. Los perros juegan peleando entre sí a lo largo de toda la vida, pero especialmente cuando son cachorros. Existe algo de teatralidad en este comportamiento, pero algunos se excitan demasiado, llegando a morder a sus compañeros de juego.

Primer contacto. Con la experiencia, los perros adquieren un complejo lenguaje corporal que usan para evitar conflictos cuando se conocen.

Invitación a jugar. Uno de los indicativos más atractivos del lenguaje corporal es la invitación al juego, el perro se agacha pecho a tierra flexionando sus miembros delanteros, como diciéndole: ¿quieres jugar conmigo? Para invitar a otros perros o al hombre a perseguirle o revolcarse con él.

- Perro agresivo. No necesariamente tiene que gruñir o enseñar su dentadura para avisar que va a atacar, dirigir sus orejas hacia atrás, el pelo del lomo erizado y su mirada fija sin el menor parpadeo, es signo inequívoco de agresión.

Con el tiempo de conocer a su mascota, es tal la identificación que todos los propietarios que realmente quieren y conviven con su perro, es muy común oírles decir: Doctor, "a mi perro solamente le falta hablar".

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