Luego del paso del huracán 'Harvey' en Texas, las personas han abandonado sus hogares, no sin antes llevar consigo lo más importante: sus mascotas. (ESPECIAL)
La prioridad en este momento en Texas, Estados Unidos, es evacuar a las miles de personas varadas en sus casas tras las inundaciones causadas por la tormenta tropical "Harvey" en este estado, esto quiere decir, sacar a todos los miembros de una familia de su hogar con lo más indispensable, incluyendo a sus mascotas.
Luego del paso del huracán "Harvey" en Texas, las personas han abandonado sus hogares, no sin antes llevar consigo lo más importante: sus mascotas.
Agencias de noticias han fotografiado a personas que suben a los botes de los rescatistas y que llevan en brazos a perros, gatos y otros animales.
Imágenes como la de un hombre que jala una lancha inflable en la que lleva a su pequeña mascota o la de una familia que camina hacia un albergue con su perro en brazos.
En Beaumont Place, Houston, Texas, Destyn Scales y su perro "Dexter" caminan a través del agua de la inundación provocada por la tormenta tropical.
O como la historia de "Otis", un perro que escapó de su casa ante los ruidos de la tormenta y se llevó consigo su bolsa de comida.
Muchos otros de los que abandonan la zona de desastre suben a sus lanchas a animales que rescatan en el camino.
Sin embargo, algunos otros animales no corrieron con la misma suerte. Aunque no hay cifras oficiales de animales muertos tras las fuertes lluvias y la desastrosa inundación, algunas mascotas fueron abandonadas en su hogar o atadas a un árbol.
Según "The New York Times" muchos animales domésticos se quedaron encerrados en sus casas o encadenados a un árbol para luego regresar a rescatarlos.
El nivel del agua en Texas alcanzó altura de los techos en las casas de un sólo nivel, y se podían escuchar gritos de ayuda provenientes del interior.
Los rescatistas ayudaron a las cientos de personas que quedaron atrapadas en sus hogares inundados luego del paso del entonces huracán "Harvey".
La cuarta ciudad más grande de Estados Unidos seguía prácticamente paralizada debido a una de las lluvias más intensas en la historia del país. Y no se avistaba que la tormenta que tocó Texas como un huracán de categoría 4 y posteriormente se estacionó sobre la costa del Golfo fuera a dar un respiro. Ante los pronósticos de otros 60 centímetros de lluvia, y de hasta 76 centímetros en ciertas zonas, las autoridades temen que lo peor esté por venir.
