Año Nuevo. El obispo de Torreón llamó a los católicos a reconocer en el semejante la imagen del Hijo de Dios. (EL SIGLO DE TORREÓN)
En el marco de su mensaje de Año Nuevo, el obispo de Torreón, monseñor Luis Martín Barraza Beltrán, llamó a reconocer en el otro la imagen del Hijo de Dios.
"Ofrecer algún medio de crecimiento al que lo necesita. Hacer sentir parte de la comunidad al que nos pide ayuda. Que el Señor nos conceda estar siempre a tiempo donde él nos cite al encuentro con él", dijo.
Recordó que el mensaje del Papa Francisco para la jornada mundial por la paz 2018 nos propone un camino para rejuvenecernos en la caridad.
"Aunque lo dice en relación con el trato a los migrantes y refugiados, me parece válido para toda convivencia social: acoger, proteger, promover, integrar. Ampliar nuestra disposición para el servicio a los hermanos", dijo.
Refirió que el 1 de enero concluye la octava de Navidad, durante la cual se celebra como si fuera un solo día el gran acontecimiento de la encarnación del Hijo de Dios y que la fiesta del Año Nuevo permite otra lectura de la Navidad.
"Así como el acontecimiento del nacimiento de Jesús se ha vuelto el criterio de medida de la historia para gran parte de la humanidad, así pudiéramos decir que, también, debe ser el sentido del tiempo", dijo.
Señaló que, si para el tiempo natural el Sol es la referencia, para el cristiano el Sol es Jesucristo.
Señaló que la fe y la caridad nos mantienen siempre joviales y alegres en la esperanza. Recordó el dicho conocido que dice: el corazón no envejece, el cuero es el que se arruga. Indicó que esto es cierto si el corazón está lleno de amor como el de Jesucristo.
"El amor de Jesucristo es principalmente hacia el que no puede corresponder: si aman a los que los aman, que mérito tiene... los que no tienen fe también aman esperando recibir recompensa", dijo.