"USTED DISCULPE"
10 años y medio tuvieron que pasar para escuchar decir: "Usted disculpe". La Procuraduría General de la República es forzada a reconocer públicamente que fue un error, el caso de tres indígenas acusadas falsamente de haber secuestrado a 6 agentes de la AFI (Agencia Federal de Investigaciones) en marzo de 2006. Encerradas 5 meses después. Una de ellas salió libre en septiembre de 2009 y las otras dos en abril de 2010, pero sólo hasta el pasado 21 de este mes, el procurador Raúl Cervantes reconoció (obligado por el Tribunal Federal de Justicia Administrativa) que "de forma injusta fueron privadas de su libertad".
Pero no es ni mucho menos el único caso de explotación y abuso de indígenas por parte de autoridades, no obstante que el artículo segundo de la Constitución garantiza el derecho de los pueblos a la autonomía para: "preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos y todos los elementos que constituyen su cultura e identidad".
Los innumerables abusos son frecuentes y variados: destrucción de casas y lugares sagrados para construir carreteras privadas o autopistas (carretera Toluca-Naucalpan, tren interurbano); compra de conciencias y asambleas comunales amañadas con presencia policiaca; tramposos censos de comuneros que suplantan la voz de todo un pueblo; privatización y despojo de aguas y territorio (nevado de Toluca); negación de identidad como pueblo (otomíes en Michoacán); despojo de territorios que han conquistado para ganarse la vida…
Se les desprecia y reprime por usar su ropa y su lengua, además de que se les criminaliza acusándoles de vender droga. El territorio del Pueblo Chontal de Oaxaca es invadido por concesiones mineras que desmantelan los terrenos comunales contaminando recursos naturales. En Campeche, Yucatán y Quintana Roo, hay despojo de tierras para la siembra de soya transgénica y palma africana, la contaminación de los acuíferos por agroquímicos, la construcción de parques eólicos, parques solares, desarrollos eco turísticos y empresas inmobiliarias.
Se da una fuerte criminalización a quienes defienden el territorio y los recursos naturales, lo que ha traído encarcelamientos y asesinatos, se les discrimina y reprime constantemente cuando se defienden y se organizan para seguir construyendo su autonomía, aumentando las violaciones a los derechos humanos a cargo de fuerzas policiacas. Existen campañas de fragmentación y división dentro de las organizaciones, así como asesinatos. El pueblo Mazateco de Oaxaca ha sido invadido por propiedades privadas, donde explotan el territorio y la cultura para el turismo, para hacer legal el despojo y la comercialización de saberes ancestrales.
Otra manera de imponerse es mediante un creciente hostigamiento por parte del narcotráfico y militarización del territorio. Los feminicidios y violaciones a las mujeres en la región van en aumento, siempre con la complicidad omisa de los malos gobiernos. Hay exploración y explotación de minería e hidrocarburos a través del fracking. Enfrentan el asedio de la delincuencia organizada y sufren los riesgos de la destrucción territorial y desaparición como pueblo.
Tratar de detener esta guerra ha costado el asesinato, persecución, encarcelamiento y hostigamiento a líderes comunitarios. Los casos se extienden a todo el territorio nacional y afectan todos sus tejidos sociales, políticos y familiares con campañas de división orquestadas desde los malos gobiernos. La presencia de los partidos políticos, empresas mineras y paramilitares fomentan el saqueo de los recursos naturales. El Estado mantiene en la cárcel a cientos de presos indígenas y no indígenas en todo el país por defender sus territorios y exigir justicia.
Pero la resistencia y la rebeldía han explotado colectivamente con asambleas, juntas y acuerdos que se unen en el "Congreso Nacional Indígena", que ve y siente sus dolores, descontento y fundamentos ancestrales. La inconformidad y resistencia se ha concretizado, consolidado y fortalecido recurriendo a recursos jurídicos nacionales e internacionales, acciones de resistencia civil pacífica, haciendo a un lado los partidos políticos que sólo han generado muerte, corrupción y compra de dignidades, se han hecho alianzas con diversos sectores de la sociedad civil, haciendo medios propios de comunicación, policías comunitarias y autodefensas, asambleas y concejos populares, cooperativas, el ejercicio y defensa de la medicina tradicional, el ejercicio y defensa de la agricultura tradicional y ecológica, los rituales y ceremonias propias, la siembra y defensa de las semillas nativas, foros, campañas de difusión y actividades político culturales, construyendo la esperanza de un futuro posible únicamente sobre las ruinas del capitalismo.
Portadores de profundos descontentos que en cierta forma sufren muchos de los pobres del país, los indígenas están preparando para mayo, la designación de una mujer indígena como candidata independiente a la presidencia de la República en el proceso electoral del 2018, que llamará a sumar a pueblos, barrios y comunidades para desmontar desde abajo el poder que ofrece un panorama de muerte, violencia, despojo y destrucción. Será una llamada a la organización para detener esta destrucción y defender la vida de cada persona, cada familia, cada colectivo, comunidad o barrio. Convencidos de que no vendrá nada bueno del sistema capitalista ni de los partidos, sino sólo injusticias, explotación, ellos nos dan ejemplo e invitan a construir un país con libertad, justicia y democracia.
Necesitamos una sociedad civil más fuerte y madura. Quizá esta es la oportunidad para lograrlo. Es una opción viable de incidir en la política con la razón y la propuesta. Es incluso una llamada al mundo desde México y desde la coyuntura de la amenaza norteamericana, para comenzar a superar un sistema decadente y destructor de la naturaleza y del hombre. ¿Usted qué piensa?
Por: Arturo Macías Pedroza