Michael Pineda retiró a los primeros 20 bateadores que enfrentó en la victoria de los Yankees 8-1 sobre Rays de Tampa Bay. Pineda, cerca de la perfección con NY
Michael Pineda lanzaba un strike tras otro y no dejaba de sacar outs. Y el entusiasmo del público iba creciendo durante el juego inaugural de la campaña en el Yankee Stadium.
El dominicano retiró en orden a sus primeros 20 enemigos, la mitad por la vía del ponche, con la recta, el slider y el cambio de velocidad.
¿Podía lanzar el juego perfecto? ¿Lo lograría?
Cometió finalmente una desatención en un slider, que no cayó lo suficiente. Evan Longoria lo conectó para un doblete por la línea de jardín derecho, cuando había dos outs de la séptima entrada.
Pineda permitió apenas dos imparables en siete innings y dos tercios y se marchó en medio de una ovación atronadora. Luego, Nueva York doblegó 8-1 a los Rays de Tampa Bay.
"Siempre que los fanáticos se ponen de pie, es un buen momento para mí", comentó Pineda (1-1).
El quisqueyano dominó como el pitcher en el que los Yanquis siempre esperaron que se convirtiera. Ponchó a 11, no regaló bases por bolas y 67 de sus 93 lanzamientos fueron strikes.
El derecho tuvo un récord de 6-12 y una efectividad de 4.82 el año pasado. Fue el 68vo promedio más alto de carreras limpias admitidas entre 74 lanzadores en condiciones de ser tomados en cuenta para esa estadística en las mayores.
Sin embargo, lideró a su club con 207 ponches. Encabezó la Liga Americana, con 10,6 ponches por cada nueve innings.
"Es una locura", comentó Girardi antes de su última apertura de la campaña anterior. "Simplemente no tiene sentido".