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AL ESCRIBIR BUSCA LA SENCILLEZ

La sencillez es la calidad de un escrito que consiste en manifestar las ideas de una manera llana. Si no es sencillo, se dificulta la comprensión del texto.

Debemos expresar lo que deseamos sin palabras o ideas superfluas. La sencillez se nota en dos aspectos:

En las ideas expresadas y en el vocabulario empleado.

Un texto sencillo es el que utiliza únicamente el lenguaje necesario para expresar lo que se desea.

En ocasiones, el deseo de adornar un escrito le resta importancia a lo expresado.

La sencillez es el mejor adorno.

Las aclaraciones obvias estorban, son ingenuas redundancias.

El exceso de explicaciones resta claridad a lo expresado.

La falta de sencillez propicia interpretaciones distintas a la deseada por el autor.

La falta de sencillez empobrece al escrito.

A veces, no es necesario aclarar lo que se dijo.

Prescinde de palabras u oraciones que distraen la idea principal.

Evita expresiones gratuitas, o sea, aquéllas que no justifican su presencia en el escrito.

La sencillez de las ideas expresadas en un escrito radica en presentarlas de una manera simple, sin entrelazarlas o sobreponerlas. Se pierde la sencillez cuando se trata de comunicar más de una idea al mismo tiempo; para evitar esto, recuerda el consejo de Azorín: "Escribe una idea después de otra".

La sencillez del vocabulario consiste en emplear palabras de uso natural, común: palabras llanas, moderadas.

La sencillez se opone al empleo de términos ampulosos. La grandilocuencia no consiste en utilizar un vocabulario forzado, estudiado, rebuscado, afectado, sino en el buen uso del vocabulario.

Es un error pensar que lo expresado con palabras rebuscadas da prestigio, o que los términos ampulosos adornan un texto, por el contrario, el empleo de un vocabulario forzado resta calidad a lo escrito.

Cuando se emite un mensaje, únicamente se menciona lo que se desea comunicar y siempre se utilizan las palabras necesarias, por ejemplo: "Confiéreme el servicio de obturar el pasadizo, para eludir el ajeno atisbo a mi persona". Con un vocabulario sencillo, lo anterior puede expresarse así: "Por favor cierra la puerta del pasillo para que no me vean…".

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  Por: Profra. Pilar D. R. de López

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