Escuela. Los abusos ocurrieron en un instituto.
La justicia argentina comenzó a presionar a la Iglesia Católica para que colabore en la investigación de los curas que abusaron sexualmente de por lo menos 33 niños sordomudos, en uno de los casos más escandalosos de pedofilia que ha sufrido este país.
La fiscalía que está a cargo del caso que estalló el año pasado en la provincia de Mendoza intimó a Dante Simón, un vicario judicial, para que revele lo que ha descubierto en la investigación que le encargó el Vaticano, es decir, el Papa Francisco.
La reacción de la Iglesia Católica siempre ha sido el ocultamiento y la protección de los curas acusados de abuso sexual, pero el caso de Mendoza avanza gracias a la presión de la justicia.
En diciembre pasado fueron detenidos los curas Nicola Corradi, de 82 años, y Horacio Hugo Corbacho, de 56, quienes estaban a cargo del Instituto Antonio Próvolo, una escuela católica para niños sordos de Mendoza, provincia ubicada a mil kilómetros de Buenos Aires.
Ambos están acusados de "abuso sexual agravado por la guarda y la convivencia preexistente con menores, en concurso real con corrupción de menores".
Aunque hacía años que había indicios de los abusos, el caso de una menor que detalló lo que ocurría en la escuela permitió iniciar una causa judicial que se agrava conforme pasa el tiempo.
Hasta ahora se ha descubierto el abuso de 33 menores de ambos sexos, todos sordos, pero investigadores calculan que pueden llegar a ser 60.