Respuesta. Disparos despertaron a la comunidad y de inmediato se colocaron guardias.
Más de cien presuntos rebeldes musulmanes tomaron por asalto una cárcel en el sur de Filipinas antes del amanecer de ayer miércoles, facilitando la huida de 158 reos en lo que las autoridades califican de la fuga más numerosa de los últimos años en el país.
Seis de los presos murieron por disparos durante la persecución de policías y soldados del ejército y ocho más fueron devueltos al penal, explicó el inspector Xavier Solda, portavoz de la Oficina de Administración Penitenciaria.
Aprovechando la oscuridad de la noche, los asaltantes, fuertemente armados, salieron del bosque y entraron por la fuerza en la cárcel del distrito de Cotabato Norte, en la ciudad de Kidapawan, agregó Solda. Kidapawan, en la región de Cotabato, está a unos 930 kilómetros (580 millas) al sureste de la capital, Manila.
"Que yo sepa, esta es la mayor fuga penitenciaria en la historia" de la oficina, señaló Solda en una entrevista telefónica. Uno de los 20 guardas penitenciarios de servicio fue asesinado y un preso resultó herido en la balacera inicial, dijo el alcaide interino , John Bongngat Jr.
Los disparos continuaron durante horas tras el ataque, mientras soldados y policías, algunos en tanques blindados, recorrían los bosques buscando a los 158 reos huidos y a los pistoleros que los liberaron, explicaron Bongngat y el jefe policial de Kidapawan, Leo Ajero.
Entre los asaltantes, fuertemente armados, se sospecha que hay miembros del ilegalizado Movimiento Islámico para la Libertad de Bangsamoro.