Depuración. Luis Enrique Benítez dijo que se buscará que se queden los verdaderos priistas que ayuden a ganar en 2018. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Tras la ratificación de Luis Enrique Benítez Ojeda como dirigente estatal del PRI en Durango el próximo domingo, se iniciará un proceso de depuración o "limpia" de la militancia, y se revisará caso por caso de quienes dicen pertenecer a este partido, pero actualmente ocupan cargos en el Gobierno estatal de origen panista.
El virtual presidente del Comité Directivo Estatal señaló que tras la campaña política de 2016, quedó en el aire y en la indefinición el estatus como militantes del PRI de quienes en el discurso se asumen como tales, pero se integraron al Gobierno de alternancia.
Benítez dijo que se platicará con cada uno de ellos para saber si desean seguir formando parte de ese partido y de ser así, establezcan un compromiso mínimo con el mismo; quienes no deseen hacerlo podrían sujetarse a las medidas que los propios estatutos señalan.
En ese sentido, indicó que dichos estatutos establecen que los casos de militantes que hayan participado en campañas o formen parte de gobiernos distintos al PRI, deben ser puestos a consideración de los órganos de Justicia Partidaria para su revisión.
Sin embargo, aclaró que "queremos ser tolerantes y abiertos para discutir caso por caso, no es lo mismo el que tiene un empleo y lo conserva al paso de los años, que el caso de un secretario".
El también diputado local señaló que es necesario construir una nueva etapa con mucha apertura, sumando y no restando, pero sí con la intención de que se incorporen los verdaderos priistas que contribuyan a mantener lo que se tiene, a recuperar lo perdido y a competir para ganar en las elecciones de 2018.
Por este motivo es que también habrá una campaña de reafiliación o de actualización del registro partidario en los próximos meses.
Benítez Ojeda aseguró que los militantes laguneros estarán representados dado que ocuparán secretarías en el Comité Estatal.