En esta zona, las tormentas por lluvias son las que han arrastrado la contaminación. (INTERNET)
El gobierno australiano ha decidido prohibir el acceso a 36 playas de la ciudad de Melbourne porque están contaminadas de excremento.
Según los últimos estudios ambientales a la zona, la calidad del agua ahí es muy pobre y tiene una alta concentración de material fecal.
La propia Autoridad de Protección Ambiental del estado de Victoria ha alertado que niños, mujeres embarazadas y ancianos son los más propensos a enfermarse en caso de entrar en contacto con esta agua. De igual forma han ordenado que absolutamente nadie se bañe allí hasta nuevo aviso.
Ya a inicios de este año, 21 playas de Port Phillip fueron declaradas como no aptas para nadar debido a la misma razón de contaminación, que en las costas de Melbourne tiene que ver con la lluvia, pues las tormentas arrastran el agua contaminada hasta las playas y sólo el cambio en la marea podría lograr que se vaya.
