Protege a tu mejor amigo

Los animales son fieles compañeros, atentos y de buen corazón. Siempre nos demuestran su amor y felicidad al vernos; no está de más decir que por eso y muchas cosas más, son nuestros mejores amigos. Sin embargo, tener mascotas implica una amplia responsabilidad, pues al igual que las personas, deben recibir atención y cuidados para su felicidad y bienestar.

Investigadores y profesionales del sector animal han descubierto que los humanos y los animales compartimos similitudes en las vías neuronales y en algunas emociones, tales como la alegría, tristeza y miedo. No obstante, estas no son las únicas semejanzas entre las personas y las mascotas, algunas enfermedades, como la artritis, también.

Según el MVZ Abraham Rangel, los problemas en las articulaciones se pueden presentar en un animal desde los dos a los tres años de vida. “Es un problema congénito, pero, normalmente, empiezan de los seis años en adelante (etapa senior, en el caso de los perros)”, explicó. El médico indicó que los perros de razas muy grandes, como pastor alemán o labrador, son quienes tienden a sufrir una degeneración articular; en el caso de los gatos, no importa la raza que sea, todos están expuestos.

Los factores que influyen en la aparición de la artritis en las mascotas son la alimentación, las actividades que realiza y su factor fisiotécnico. “El factor fisiotécnico se refiere a la función que tiene la mascota para ver qué tanto desgaste tiene respecto a sus articulaciones. Es muy diferente un perro de casa tranquilo a uno que está en constante movimiento o ejercitándose, donde la alimentación tiene que ser muy diferente por el desgaste físico” señaló el médico.

Cuando un animal presenta un problema articular o bien, desarrolla artritis, no es recomendable el ejercicio, ya que la fricción articular que provoca las actividades que realiza puede provocar más dolor, incluso empeorar la situación, es mejor dejarlo en manos de un veterinario, ¡ellos lo merecen!

Cómo detectar el problema

Según Abraham Rangel, los perros suelen lamerse las articulaciones o estar en depresión cuando son víctimas del dolor en las articulaciones, al mismo tiempo, se rehúsan al movimiento y a las caminatas. En el caso de los gatos, se debe prestar mucha atención, ya que no presentan signos de dolor tan fácil como los canes debido a que “no está en su naturaleza ser escandalosos”.

El veterinario indicó que cuando se detecta el problema articular, que puede ser artritis o displasia de cadera, lo principal es tratar el dolor. “Se tiene que atacar el dolor antes de realizar una cirugía u otra cosa. Hay tratamientos que sirven para evitar el desgaste en las articulaciones”. Como dueños de las mascotas, debemos saber que después de la aparición de este padecimiento, no habrá solución que desaparezca por completo el problema, ya que como las de los seres humanos, las coyunturas van degenerándose con el tiempo, provocando que no vuelvan a la normalidad.

Para prevenir este tipo de problemas, Abraham Rangel recomienda las consultas rutinarias con un veterinario, para así poder detectar el problema a tiempo y prevenir el dolor o complicaciones más graves, al mismo tiempo una buena alimentación en el animal donde se incluyan suplementos alimenticios que favorezcan las articulaciones.

La salud de las mascotas es muy importante como la de los seres humanos, por este motivo, es importante estar al pendiente de nuestras mascotas; los chequeos pueden evitar que desarrollen problemas graves y que se desencadenen dolores terribles. No debemos descuidarlos, ya que como todos los seres vivos, sienten, sólo con la desventaja de que muchas de las veces no pueden expresarse como los humanos.

Sabías qué

¿Sabías qué el cuyo, el ratón, la rata y el conejo también son vulnerables a problemas en las articulaciones? Durante su edad adulta es muy común que desarrollen problemas en las coyunturas.

Frutas y verduras que puedo darle a mi perro

Las frutas y verduras son una fuente de vitaminas y minerales para los perros, aparte de que los ayudan a mantenerse sanos y fuertes; sin embargo, no todas son buenas para los animales. Conoce las adecuadas para tu mejor amigo:

Las que sí:

Frutas: Frambuesas, arándanos, moras, plátanos, peras (sin semillas, o corazón), mangos (sin hueso), piñas, albaricoques/durazno (sin hueso), sandía (sin semillas ni blancas ni negras), manzanas (sin semillas, o corazón) y fresas.

Verduras: Zanahoria, apio, pepino, remolacha, calabacín, calabaza, papa, camote, champiñones (normales), tomate (muy poco y sin las partes verdes), pimientos (rojo, vede, amarillo) y chayote.

Las prohibidas:

Frutas: Uvas, cerezas, pasas, ciruela pasas, aguacate, cítricos como naranja, toronja o limón. Procura no darles semillas ni huesos de frutas a los perros porque pueden intoxicarse.

Verduras: Cebolla, broccoli, aguacate y elote.

¡Mucho ojo! Al momento de darle frutas o verduras a tu mascota debe ser esté en ayunas, ya que el organismo del perro necesita enzimas para procesarlas —al igual que los seres humanos— por lo que si las mezclamos con otros alimentos como la carne, harinas o croquetas, las frutas se fermentan provocando una gran cantidad de gas, que traerá como consecuencia que nuestro perro tenga cólicos muy fuertes, acumulación de gas estomacal o intestinal que puede derivar en torsión gástrica.