Aunque la visa formal está eliminada, los mexicanos deben tramitar una especie de autorización en línea, oficialmente conocida como la Autorización Electrónica de Viaje. (ESPECIAL)
El 1 de diciembre se cumplió un año desde que Canadá decidiera eliminar la visa canadiense para los ciudadanos mexicanos, abriendo así la puerta que su antecesor, Stephen Harper, había cerrado en el 2009 con el argumento de que el número de mexicanos que pedían asilo en el país estaba en aumento.
En un primero momento la decisión no fue bien tomada por miembros del gobierno canadiense, quienes le advirtieron a Trudeau que la medida podría desembocar en un repunte de los mexicanos que solicitan asilo. Sin embargo el primer ministro canadiense le dio prioridad a los beneficios económicos que podría traer esta eliminación, asegurando que estaría dispuesto a imponer ciertas restricciones si esto finalmente empieza a ocurrir.
Y hasta ahora la jugada le ha salido bien a ambos países. Canadá reanudó la exportación de carne vacuna hacia México, después de que este intercambio se vetara por la aparición del virus de las vacas locas. México por su parte aumentó su oferta de vuelos a Canadá, se abrieron rutas nuevas hacia ciudades como Calgary y según datos de la Dirección General de Aeronáutica hubo un aumento del 50 % de tráfico hacia Vancouver desde el D. F. durante la primera mitad del año y el país se convirtió en el sexto país que más turistas envía a Canadá al año.
Aunque la visa formal está eliminada, los mexicanos deben tramitar una especie de autorización en línea, oficialmente conocida como la Autorización Electrónica de Viaje (ETA, por sus siglas en inglés), de la misma manera en que lo hacen el resto de ciudadanos a cuyos países Canadá no les exige visa. Tiene una vigencia de cinco años o hasta que el pasaporte del ciudadanos esté caducado. Este trámite, que se hace en aproximadamente 7 minutos y puede ser completado un par de días antes del viaje, cuesta 7 dólares canadienses, una reducción de precio significativa en comparación con los 100 dólares canadiense (unos 1,370 pesos mexicanos) que costaba la solicitud del antiguo visado.
“Esperamos los beneficios económicos y sociales que la cancelación del requisito del visado traerá a ambos países, especialmente para la clase media canadiense”, dijo Trudeau hace un año, cuando celebraba este acuerdo, que además de tener un impacto económico, también lo tuvo a nivel político. Enrique Peña Nieto declaraba también en su momento que sentía una “relación renovada” entre México y Canadá, celebrando esta medida.
Como parte de todo el acercamiento entre ambos países, Peña Nieto hizo una visita oficial a Canadá en octubre del año, siendo así el primer presidente mexicano en hacerlo en 15 años.