CÓMO ENCONTRAR LA FE CUANDO PERDISTE LA ESPERANZA...
Hay veces que creer que hay algo más grande que uno, es lo único que se necesita para superar la mala racha.
Cuando uno está pasando por un mal momento, siente que no hay nada, ni nadie que lo pueda ayudar, es difícil encontrar fe y ánimo para salir adelante.
De que hay malas épocas, las hay. Estas no distinguen sexo, edad, ni zona postal. Cuando estás pasando por una época dificultosa, uno siente el aire pesado, que las oportunidades surgen para otros, que el sol, simplemente no brilla donde uno se encuentra.
Sentir que el universo no te escucha hasta pareciera que este conspira en contra, encontrar un rayito de luz, es difícil, tener ánimo para sonreír, disfrutar y poder festejar pareciera un acto imposible.
Cuando uno se encuentra en una situación desesperante, no entiende, ni escucha las afirmaciones o los buenos deseos para salir adelante, el pensar que todo es pasajero parece tan lejano que es difícil de visualizar.
La filosofía china dice que todos tenemos 58 problemas y que tarde o temprano los tenemos que confrontar, sin embargo, esta ética no dice nada de cuando caen estos problemas, uno se siente ahogado, sintiendo que todo lo malo sucede en la misma época sin contar con la fortaleza o la sabiduría para poder resistir…
La fe da ánimo y esperanza, es el rayo de sol que cubre el corazón, da paciencia e invita a seguir buscando nuevas opciones para vivir mejor.
Tarde o temprano los problemas, se terminan resolviendo, o se aprende a vivir con ellos y se cambia la forma de verlos. Pero de que la vida y los problemas se acomodan, no hay duda, estos son parte de la ley de gravedad del universo, donde todo cae por su propio peso.
Parte de los problemas y las adversidades que llegan, sirven como herramientas para poder pulir el alma y aprender para poder crecer. Estos no son opcionales, llegan cuando llegan, sin pedir permiso ni avisar. Generalmente es en el peor momento posible.
Los problemas, se convierten en el alimento que nutren el alma y aunque cambian el sabor de la vida son aprendizajes necesarios. La cuestión, radica en encontrar la fortaleza y la resistencia para poder enfrentar con sabiduría la adversidad.
La vida se tiene que vivir. Mientras uno esté vivo, esta es la única opción. Así hay veces que a pesar de que todo se siente tan difícil… hay que respirar.
Respirar, observar, entender, encontrar fe y aférrate la vida. El sol sale todos los días, aunque uno no lo quiera ver.
LA RECETA
Recuperando la fe.
INGREDIENTES
2 trocitos de gratitud - aprecio por las cosas pequeñas que se tiene.
1 cucharada de compasión - encontrar el amor y el respeto propio.
1 lata de confianza - recordar que nadie vino a este mundo a sufrir, animo.
1 pizca de valor - paciencia y resistencia y fortaleza para seguir adelante.
1 taza de actitud positiva - buscar lo bueno, motivarse y tener un ojo noble y positivo.
RECOMENDACIÓN DEL CHEF
La fe nunca te deja, aun cuando sientas que no la encuentras, esfuérzate porque hay ocasiones, que fe, es lo único que tienes para poderte ayudar.
CÓMO RECUPERAR LA FE:
La fe es un ingrediente innato, incondicional que se tiene a pesar que en ocasiones no se le pueda reconocer. La persona que más la necesita… quizá es la que menos la busca. La fe siempre está cerca.
Entre más fe se tiene, mayor es su fuerza. En el momento que uno siente y reconoce que no está solo, que hay esperanza, nunca se le vuelve a olvidar o se le podrá perder.
La fe, ayuda, enseña y fortalece el alma y la existencia. La fe es un ingrediente positivo, nutritivo que permite encontrar la paz en el corazón, enseña las lecciones más importantes en el camino de la vida, transforma un momento ordinario y difícil en una prueba invaluable llena de sentido y sobretodo da consuelo y compasión.
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