¿QUÉ TE HACE SER MEJOR PERSONA CUANDO DISCUTES CON UN TERCO O CON ALGUIEN QUE ESTÁ ENOJADO?
¿Ceder más? ¿Hablar menos? ¿Saber escuchar sin juzgar? ¿Tolerar?
Ser la mejor persona, aprender a ceder, entender y compartir, crea un individuo más generoso, sensible y maduro. También te permite crecer, tener mejor disposición y multiplicar las posibilidades que generan abundancia, felicidad y paz emocional.
No discutir y ceder ante personas egoístas y tercas, es la manera más efectiva de fortalecer el carácter y aprender a seleccionar las batallas que valen la pena luchar.
A pesar de que lo difícil que es no discutir con una persona intransigente que solo quiere ver por sus intereses y que además no conoce de otras razones; callar ante reclamaciones ilógicas o caprichosas, acceder a los cambios de planes con tal de evitar una pelea; podría parecer un acto heroico. Sinceramente, ceder, permitir que la relación fluya, no juzgar, respetar los antojos o los detalles irrelevantes, parecería la descripción perfecta de una persona resignada, sin personalidad que se deja manipular o pisotear… ¿Verdad? Sin embargo esto es un mito que ha generado una idea muy equivocada.
La persona que entiende con quien está discutiendo y que puede ver más allá de lo que está sucediendo, es la mejor persona. Más aun, el individuo que puede visualizar las consecuencias de lo que pudiera llegar a pasar, ósea el que entiende que no va a llegar a nada con la conversación, es la persona que lleva la ventaja, ya que sabe cómo actuar y puede manejar la situación para minimizar el daño.
Ceder, callar y no hacer las cosas más grandes de lo que son acciones que nutren y engrandecen el alma. Ser bueno… hacer el bien es una cualidad que se nota, se siente y no necesita de explicaciones. El bien, es la cualidad y un ingrediente fundamental para nutrir la personalidad ya que es un componente que sirve para vivir en armonía con uno mismo y con los demás.
A pesar de que pareciera que regalan permisos para ofender, hablar mal de los otros, gritar y lastimar, no quiere decir que estas sean cualidades que se deben de replicar y mucho menos honrar. El mundo se ha convertido en una plataforma hostil, donde pareciera que el que grita más, es el más fuerte. El que tiene más, es al que se le debe temer.
La realidad es que el que sabe callar, no provoca, el que mide sus palabras... Más en la página 8
Por: Becky Krinsky
