Detalle de los picos de llevados por el jardinero Bryce Harper, de los Nacionales de Washington, en honor al pitcher de Miami Marlins, José Fernández de Cuba. Recuerdo de Fernández marca el encuentro
Todas las pertenencias de José Fernández están ahí, detrás de un cristal: el guante con su nombre estampado, los cuatro pares de zapatillas y hasta una lámina del calendario de juegos de los Marlins de Miami de la pasada temporada.
Para los integrantes del equipo de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas, el casillero marcó un lúgubre recuerdo del extinto lanzador cubano.
Sentado al lado del santuario en el camerino de los Marlins, el pitcher dominicano Carlos Martínez reflexionó por la ausencia de su amigo.
"Es algo que me hace sentir muy triste y apenado", dijo el as de los Cardenales de San Luis. "Siento que lo tengo a mi lado. José Fernández era mi gran amigo y lo tengo siempre presente".
Martínez fue asignado a ese rincón del camerino por un pedido de Marcell Ozuna, el jardinero de los Marlins, a los empleados del equipo anfitrión. El dominicano Ozuna era uno de los compañeros más cercanos de Fernández con los Marlins.
"Marcell le pidió a los empleados de los Marlins que nos pusieran al lado del 'locker' de José", dijo Martínez. "Los tres siempre estábamos juntos, cuando me tocaba venir a jugar en Miami o él cuando iba a San Luis. Y también el 'offseason' (receso de invierno)".
Cuando entró a lanzar en el tercer inning, Martínez escribió las iniciales de Fernández -"JF"- en la lomita.
En una trayectoria de cuatro temporadas, Fernández fue elegido dos veces para el Juego de Estrellas. El derecho tenía 24 años cuando murió en un accidente náutico en septiembre pasado, en el penúltimo fin de semana de la campaña.
Uno de los objetivos que Fernández más anhelaba era abrir el Juego de Estrellas en el estadio de su equipo, el Marlins Park.
"Muchas veces hablamos de compartir juntos en un Juego de Estrellas y lo que él más deseaba era hacerlo aquí en Miami", dijo Ozuna.