REFRANERO DEL QUIJOTE
El Quijote II, 37
Tres veces se menciona este refrán en la magna novela cervantina. Una de manera incompleta y otra para darle un sentido exactamente contrario, dicho por Teresa la mujer de Sancho Panza cuando expresa: "Allá van reyes do quieren leyes" (II, 5)
El "allá van leyes do quieren reyes", según escribió Gonzalo Correas hacia 1627, "es creíble que sea el refrán más antiguo" de la lengua castellana, pues su antecedente histórico se remonta al año 1086, es decir, cuando nuestro idioma justo acababa de nacer.
De acuerdo con la anécdota que sobre su invención narra Correas, y antes Sebastián de Horozco, sucedió que cuando en mayo de 1086 el rey Alfonso VI rescató Toledo de los moros, ordenó que se usara el rezado o rito romano, al que se resistían clero y fieles acostumbrados como estaban al oficio mozárabe o gótico. A pesar de la fuerte oposición que enfrentó la disposición real, ésta terminó por imponerse. Y de aquí surgió el refrán: "Allá van leyes do quieren reyes".
El que aquí se comenta lo enuncia doña Rodríguez, que es dueña (encargada del servicio doméstico) de la Duquesa, cuando dice: "Dueñas tiene la señora duquesa en su servicio, que pudieran ser condesas si la fortuna quisiera, pero ALLÁ VAN LEYES DO QUIEREN REYES". Es decir, que alcanzar tal título nobiliario depende sólo y exclusivamente de la voluntad real.
Actualmente este refrán se invoca con relación a alguna ley impopular, injusta u odiosa (con dedicatoria para perjudicar a alguien). El proverbio viene como de molde hoy que se cumplen cien años de haberse promulgado la vigente Constitución mexicana, por las numerosas disposiciones tan arbitrarias como injustas que a lo largo de un siglo ha contenido, o bien, leyes que de ella han emanado.
Juan Antonio García Villa.
@jugarciavilla