REFRANERO DEL QUIJOTE
El Quijote II, 33
En sabrosa plática entre Sancho Panza y la Duquesa, ésta dice al escudero que cuando sea gobernador de la ínsula que le tiene prometida su marido, el Duque, le encarga "que mire cómo gobierna sus vasallos, advirtiendo que todos son leales y bien nacidos".
"- Eso de gobernarlos bien -respondió Sancho- no hay para qué encargármelo, porque yo soy caritativo de mío y tengo compasión de los pobres, y a quien cuece y amasa, no le hurtes hogaza".
Con su respuesta a la Duquesa, Sancho le dice de manera categórica que su recomendación de tratar bien a sus súbditos sale sobrando pues bien debería saber que en su caso, siendo caritativo de por sí, no puede esperar que se comporte de otra manera.
Cuando alguien invoca este refrán, "a quien cuece y amasa, no le hurtes hogaza", lo que dice a su interlocutor es: no me quieras dar lecciones de lo que es mi oficio. En otras palabras: a quien está experimentado en una cosa o conoce bien su arte, no se le puede engañar fácilmente.
Sebastián de Horozco, contemporáneo de Cervantes, explicó en verso este refrán así: Muy en vano es tu pensar / aunque seas más avisado / porque te puedes burlar / pensando que has de engañar / al que está experimentado, / que sabe lo que le pasa / y este mundo cómo va / porque al que cuece y amasa / nunca le hurtes hogaza / que luego te sentirá.
J.A García Villa
@jagarciavilla
