REFRANERO DEL QUIJOTE
El Quijote I, 20
Una noche de oscuridad muy cerrada, don Quijote y su escudero caminaban por el bosque cuando "oyeron que daban unos golpes a compás, con un cierto crujir de hierros y cadenas, acompañados de furioso estruendo del agua, que pusieran pavor a cualquier otro corazón que no fuera el de don Quijote". Pero a Sancho, "que naturalmente era medroso y de poco ánimo", lo invadió un miedo terrible.
Ante tales circunstancias, don Quijote decide ir a averiguar y saber de qué se trata, pero Sancho se niega rotundamente y propone que al menos esperen hasta el amanecer. Discuten con vehemencia sobre el punto.
Entre las razones que aduce en apoyo a su posición, está una historia que Sancho cuenta así:
"Érase que se era, el bien que viene para todos sea, y el mal, para quien lo fuere a buscar… Y advierta vuestra merced, señor mío, que el principio que los antiguos dieron a sus consejas no fue así como quiera, que fue una sentencia de Catón Zonzorino [Sancho quiso decir Censorino], romano, que dice: 'y el mal, para quien le fuere a buscar' que viene aquí como anillo al dedo".
El dicho, que Sancho atribuye a Catón el Censor, condena a los temerarios a padecer la adversidad que buscan sin necesidad alguna. Como sucede en este caso, en la aventura llamada de los batanes.
J.A García Villa
@jagarciavilla