REFRANERO DEL QUIJOTE
Van por el camino don Quijote y Sancho Panza cuando se observa a lo lejos, levantando enorme polvareda, una manada de ovejas, y por rumbo diferente otra de carneros. El caballero andante cree que son "dos ejércitos que venían a embestirse y a encontrarse en mitad de aquella llanura".
Sancho sólo ve los referidos animales en medio de nubes de polvo. Pero su amo percibe relinchar de caballos, toques de clarines y todo el ruido que producen ejércitos que avanzan para entrar en batalla. Don Quijote describe a Sancho los caballeros que vienen al frente de uno y otro escuadrón de combatientes.
Entre ellos hace referencia al "jamás vencido Timonel de Carcajona, príncipe de la Nueva Vizcaya, que viene armado con las armas partidas a cuarteles, azules, verdes, blancas y amarillas, y trae en el escudo un gato de oro en campo leonado, con una letra que dice: 'Miau', que es el principio del nombre de su dama…"
[Se hace aquí notar al lector que la inmortal novela cervantina menciona a la Nueva Vizcaya, nombre que en la Colonia recibieron las tierras donde está ubicada nuestra comarca lagunera. ¡Claro que sí!]
Don Quijote decide ponerse de lado del ejército comandado por el valeroso emperador Pentapolín del Arremangado Brazo, para enfrentar a su enemigo Alifanfarón de Trapabona. Y lanza en ristre, con singular coraje y denuedo, ataca a la manada de ovejas. Los pastores entonces lo apedrean, cae por tierra y resulta molido con no pocos dientes y muelas fuera de su lugar.
Se incorpora don Quijote y al ver a su escudero vencido por la tristeza, le dice:
"- Sábete, Sancho, que no es un hombre más que otro si no hace más que otro. Todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas".
La sentencia "no es un hombre más que otro si no hace más que otro" indica que no debe haber más distinción entre las personas que su esfuerzo, incluso al margen de que tengan éxito o no. Los hombres han de ser valorados por lo que hacen y no por los títulos que ostentan.
J. A. García Villa
@jagarciavilla