REFRANERO DEL QUIJOTE
El Quijote I, 13
Van don Quijote y Sancho Panza, en compañía de media docena de cabreros, "a ver el famoso entierro de Grisóstomo", el frustrado enamorado de la desdeñosa y bella pastora Marcela, cuando uno de ellos le pregunta al caballero andante "qué le movía a andar armado de aquella manera por tierra tan pacífica. A lo cual respondió don Quijote:
-La profesión de mi ejercicio no consiente ni permite que yo ande de otra manera. El buen paso, el regalo y el reposo allá se inventó para los blandos cortesanos; mas el trabajo, la inquietud y las armas sólo se inventaron e hicieron para aquellos que el mundo llama caballeros andantes, de los cuales yo, aunque indigno, soy el menor de todos".
La actitud humilde que don Quijote adopta como miembro del gremio de los caballeros andantes, recuerda la similar asumida por San Pablo como integrante del grupo de los apóstoles, pues la cita que se lee en el párrafo que arriba se transcribe coincide casi literalmente con la de la primera carta a los Corintios, en el pasaje donde San Pablo enumera una a una las sucesivas apariciones de Cristo resucitado, hasta mencionar la última de éstas, precisamente a él, "el menor de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, pues perseguí a la Iglesia de Dios", dice en 1 Cor 15, 9.
J.A García Villa
@jagarciavilla