EL QUIJOTE II, 50 Y 59
En la carta que la Duquesa escribe y envía a Teresa, la mujer de Sancho Panza cuando éste ya es gobernador de la Ínsula Barataria, a manera de despedida termina la carta así: "y si hubiera menester alguna cosa, no tiene que hacer más que boquear, que SU BOCA SERÁ MEDIDA, y Dios me la guarde".
En otro pasaje, cuando don Quijote y Sancho llegan a una venta u hospedería del camino, a la que arriban ya de noche, el escudero pregunta al ventero "qué tenía para darles de cenar", a lo que éste "respondió que SU BOCA SERÍA MEDIDA, y así, que pidiese lo que quisiese que de las pajaricas del aire, de las aves de la tierra y de los pescados del mar estaba proveída aquella venta".
(Por cierto, el diálogo que sigue entre Sancho y el ventero es delicioso, por lo que su lectura, aun suelta, se recomienda ampliamente).
Se dice a alguien que "su boca es medida" para darle a entender que cuando pida algo no se limite ni restrinja, que simplemente exprese cuál es su necesidad. Aunque más bien "la medida" está en lo generoso que sea el donador o el tamaño del bolsillo del peticinario.
@jagarciavilla
