El Quijote II, 73
De regreso a su aldea luego de ser vencido por el Caballero de la Blanca Luna, en realidad el bachiller Sansón Carrasco disfrazado, queda obligado don Quijote a cumplir su palabra de retirarse durante un año del ejercicio de las armas. El bachiller cree que durante ese tiempo en que deje las caballerías, don Quijote recobrará la salud, es decir, superará la locura que padece.
En plática que en su casa sostiene don Quijote con sus amigos el cura y el propio bachiller Sansón Carrasco, les da a conocer los grandes planes que tiene de dedicarse durante ese año al pastoreo de ovejas.
Su sobrina, quien junto con la ama oyó la plática, cuando los amigos de don Quijote se retiran dice a éste:
"-¿Qué es esto, señor tío? Ahora que pensábamos nosotras que vuesa merced volvería a reducirse en su casa y pasar en ella una vida quieta y honrada, ¿se quiere meter en nuevos laberintos, haciéndose 'pastorcillo, tú que vienes, pastorcito, tú que vas?' ¡Pues en verdad que ESTÁ YA DURO EL ALCACEL PARA ZAMPOÑAS!'"
El refrán pretende dar a entender que a cierta edad ya no es posible realizar determinados proyectos. El proverbio tiene su origen en el hecho de que los niños confeccionaban unos silbatos (zampoñas) con los tallos del alcacel o cebada verde. Cuando ésta se desarrolla y sus tallos endurecen, ya no es posible fabricar zampoñas.
@jagarciavilla