En Rumanía fue captado el impactante momento en el que un sacerdote sufre un ataque de ira al notar que el bebé que estaba por bautizar no paraba de llorar.
Ante el llanto, el sacerdote procedió a tapar de manera violenta la boca del pequeño provocando que llorara aún más.
Ya irritado procede con el bautizo y sumerge varias veces al bebé al agua bendita dando por terminada la celebración.
Este hecho se ha viralizado en redes sociales y lejos de causar risa a los internautas, ha causado indignación y molestia por la actitud del religioso.
El video ha generado indignación en redes sociales. (YOUTUBE)