Su caso no es el único y parece que hay muchos otros en situaciones similares. (INTERNET)
Vasily Babina es un hombre que acababa de salir de prisión después de haber pasado 26 años encerrado por los cargos de asesinato, robo y asalto.
Estuvo en la cárcel de Ekaterimburgo desde 1991, pero antes de salir se llevó una sorpresa. Justo cuando iba a ser liberado, fue enviado a otro centro, porque las autoridades rusas lo acusaron de no tener un pasaporte válido.
Resulta que cuando Babina entró a prisión, en 1991, la Unión Soviética aún no se había disuelto, así que su pasaporte todavía decía Unión Soviética.
Nacido en Kazajistán pero encerrado en una prisión rusa, el hombre nunca tuvo la oportunidad de renovar su documentación.
Técnicamente, Babina no es ciudadano de ningún país, por lo que las autoridades han resuelto mantenerlo detenido en un centro para inmigrantes ilegales, donde podría permanecer hasta mayo, cuando se resuelva si se le dará un pasaporte ruso o si será deportado a Kazajistán.
