El estadio Ricardo Saprissa, ubicado en San José, lució sus 23 mil localidades llenas para presenciar el encuentro. (EFE)
El Saprissa solamente pudo sacar un empate a 0-0 en casa ante el Pachuca en el juego de ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf, por lo que deberá sacar todo su arsenal en suelo mexicano.
El Saprissa, claro dominador del juego, tuvo un buen manejo de la pelota y rapidez por las bandas, fortalezas del equipo comandado por el costarricense Carlos Watson.
Sin embargo ese puntillazo final y la falta de precisión en las jugadas frente al marco, fue el eterno tropiezo de los costarricenses que lo intentaron constantemente.
Tanto el centrocampista Ulises Segura como el delantero Daniel Colindres fueron los baluartes de los vigentes campeones de Costa Rica quienes dominaron las acciones del partido desde el inicio.
Con el empate, el Saprissa ahora deberá sacar una victoria en el partido de vuelta que se jugará el 28 de febrero en el Estadio Hidalgo, en el cual los costarricenses tendrán la presión de ganar como visitantes para acceder a las semifinales del torneo.
Los tuzos del Pachuca, del técnico Diego Alonso, iniciaron con presión. En el minuto 2 el defensa Érick Aguirre se fue solo frente al portero tico Danny Carvajal pero el tiro se le fue desviado por muy poco.
Por su parte, el "monstruo morado" costarricense tuvo varias oportunidades para abrir el marcador de la mano de Colindres y el centrocampista Marvin Angulo, pero en el ataque faltó el jugador que pusiera la cereza en el pastel.
En el minuto 38, el centrocampista brasileño Anderson Leite tuvo su oportunidad para los saprisistas pero no pasó de un susto para los mexicanos.
Con el 0-0 en el marcador, cada vez se hacía más notoria la ausencia por lesión de un hombre como el delantero uruguayo Fabrizio Ronchetti, que diera la puntada final para enviar el balón a las redes.
El Saprissa tuvo la iniciativa, marcó la dinámica del juego, presionó con intensidad y realizó una buena marca ante el Pachuca que trataba de buscar el contragolpe para aniquilar a los ticos en su campo.