Aún no presentaban a Juan Carlos Osorio como técnico del Tri y el colombiano ya era criticado por aficionados y comentaristas. Que si era mejor Bielsa, que si cuando dirigió a Puebla no se vio gran cosa, que si había que ofrecerle un contrato permanente al Tuca, que si esto, lo otro. Sus credenciales le parecen demasiado pobres a la prensa nacional, local y a uno que otro aficionado.
Gusta de participar activamente en los entrenamientos, toma notas de lo que ve en la cancha y se enfoca en corregir errores detectados y en mejorar lo que ya se hace bien, analiza al rival y en base al reporte elaborado es que define la estrategia a seguir para encarar los duelos. Tomando las palabras de Eduardo Galeano, él cree que el fútbol es una ciencia y la cancha un laboratorio.
Desde su llegada el ambiente para él ha sido complicado. Y no por los resultados en la cancha, que por cierto, lo avalan. Sino por la prensa carroñera de la CDMX y uno que otro "quedabien" regado por las demás metrópolis del país.
Osorio se presentó como un tipo educado, culto, ubicado. Eso suele no ser del agrado de los reporteros que buscan la nota a base de preguntas incómodas que buscan hacer explotar al protagonista para tener algo que vender.
Demeritan la marca de 20-5-2 que tiene el colombiano al frente del TRI. Su 74% de efectividad lo hacen a un lado para cuestionar sus famosas rotaciones. Reniegan de que la Selección "no tenga identidad ni idea futbolística", "no juega bien", "no gusta".
Hace no mucho tiempo, Pedro Caixinha impartió un curso sobre análisis táctico como parte de un diplomado en Periodismo Deportivo aquí en la región. En él, tuve la oportunidad de escuchar una frase que revela una gran verdad del juego: "jugar bonito, no es jugar bien".
El futbol avanza, se desarrolla, crece. El periodismo deportivo debe hacer lo mismo. El futbol se convirtió en materia de estudio para quienes viven de él y quienes hablan de él se han quedado rezagados, repitiendo los mismos comentarios cada domingo por la noche.
El pecado de Osorio parece ser no haber nacido en territorio nacional. Y ser ganador. Ya lo dijo Jorge Valdano "en esta vida no te perdonan si dejas de ganar, y te odian si ganas siempre".
René de la Torre
Delatorremarquez@gmail.com