10
MUERTOS
Fue la cifra que dio la Procuraduría General de Justicia sobre la matanza en el Ferrie.
NO SE OLVIDA
NúMEROS
4
ATAQUES
Además del bar Ferrie, atacaron dos bares más y una quinta.
Estragos
Lupita tenía 15 años cuando todo pasó. A la fecha no tolera los lugares abiertos, ni los sonidos estruendosos. No puede evitar llorar al hablar del tema, sobre todo en esta fecha.
DATOS
Falta apoyo
El padre de Fernando dice que hace falta apoyo institucional, pues el estado debió prever este tipo de situaciones cuando le hizo "frente" al crimen organizado.
Se cumplieron siete años del ataque al bar Ferrie, el primero de cuatro agresiones a lugares de entretenimiento perpetrados por grupos de la delincuencia organizada en contra de civiles.
Fue después de la una de la mañana del 31 de enero de 2010 cuando hombres armados ingresaron para disparar armas de grueso calibre arrebatando la vida a por lo menos 10 personas, según cifras oficiales, aunque testigos aseguran que la cantidad era mucho mayor.
Irónicamente, Fernando le dijo a sus padres que ese día sería el último en el que trabajaría en ese lugar, pues estaba por emprender un proyecto que no logró cristalizar. Ese día falleció. Fernando, como se identificará a petición de la familia, era amigo de la hermana de Lupita. Ambas acudieron en compañía de seis primos, pero el lugar estaba a reventar. Sin embargo, Fernando les dio acceso.
El testimonio de Lupita
Cuando llegamos había mucha gente, dijo mi hermana: "Ahorita le digo a Fernando y pasamos. Pasamos", pero no te podías ni mover. Cuando llegamos notamos que los que cantaban se empezaron a ir muy rápido. Nosotros dijimos: "¿Qué onda?", pero no hicimos caso. Como a la una de la mañana mi prima dijo: "vámonos para adelante", por donde estaba la zona VIP. Estábamos bailando. Primero se escuchó un balazo. Quieras o no, nosotros intuíamos que en ese tipo de bares hay gente mala. Pensamos que había sido alguien que había tirado un balazo. En eso se empezaron a escuchar las ráfagas y pues a agacharnos. Mi hermana estaba hasta atrás, no sé cómo, yo creo por la adrenalina brinqué y llegué hasta con ella. Mi hermana se empezó a poner mal y se quería parar: "¡Mi mamá, mi papá!", decía. "Agáchate, cállate, espérate", le dije.
Cuando llegué con ella caí arriba de una mesa. Ahí vi al que estaba disparando, no traía pasamontañas, era una persona alta, tez blanca, barba de candado. Se dejaron de escuchar las ráfagas.
Enseguida dice una persona: "Ya se fueron". Mucha gente se paró y otra vez rafaguearon. No te puedo decir cuántos minutos porque a mi se me hizo eterno. Se acabaron los balazos, pero ya nadie se paró, hasta que vimos que las pocas personas que quedaron vivas de la zona VIP se empezaron a brincar y a salir corriendo. Cuando pasa esto cada quien estaba por su lado y a buscarnos. Gracias a Dios estábamos todos bien. ¡Fue un milagro!. Dijeron que fueron 10 personas las muertas. No es cierto. El lugar estaba lleno, vimos a muchos muertos, más de 50 yo creo que sí. Iban con intención de matar al que se pudiera, porque si hubieran ido por alguna persona no hubieran entrado y llegado hasta donde llegaron. Veo como que Dios nos dio una segunda oportunidad, porque íbamos 8 de familia y todos salimos vivos bien.
La vida sin un hijo
Fernando había estado trabajando ahí y había decidido inclusive que era el último día. "Yo recuerdo que le dije: '¿Sabes qué? ya no tiene caso hijo'. Ya se había salido, había buscado trabajo y no encontró y bueno, fue ahí", cuenta Darío, su padre. Traía el proyecto de comprar un carrito, había juntado dinero con otro amigo que falleció en el mismo lugar, ese día había ido a visitarlo con su novia. "También iban a poner un gimnasio y me había dicho: 'Ya, ya estuvo papá vamos a dejarla ahí'. Con esa idea nos quedamos, dice. "Después de eso la vida nos cambió totalmente porque ya no está un integrante de la familia y hacías la vida junto con él, era parte esencial y en todos los proyectos de la familia lo incluías a él. Ahorita estamos bien, desde luego al inicio cuesta y cuesta mucho, pero hemos ido aprendiendo a vivir con eso, creo que es algo que nadie supera, sino aprendes a vivir con eso, ahora mis nietos son un gran apoyo".
Pero en el corazón de nosotros siempre estará", dice el padre de Fernando.
Fotos:La i
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