Arsene Wenger, que este año cumple su segunda década al mando del Arsenal, está en la 'cuerda floja' luego de caer ante Bayern Munich 10-2 en el marcador global de los octavos de final de la Champions. (EFE)
La contundente derrota a manos del Bayern Múnich (1-5) y la posterior eliminación de la Liga de Campeones, la séptima consecutiva en la fase de octavos de final, han vuelto a sembrar las dudas sobre la continuidad del francés Arsene Wenger en el banquillo del Arsenal.
El veterano Wenger, de 67 años, que cumple su segunda década en el banquillo de los del norte de Londres, no ha conseguido guiar al Arsenal más allá de octavos desde la temporada 2009/2010, cuando cayó en cuartos de final a manos del Barcelona.
Desde entonces, el Bayern Múnich en tres ocasiones, el Barcelona en dos y Milán y Mónaco en una, han sido los encargados de apartar a los 'Gunners' de la Champions a las primeras de cambio.
La goleada sufrida ante el Bayern (10-2 en el cómputo global), la temprana eliminación en la Copa de la Liga y las últimas derrotas en la Premier League (3 en los últimos 4 partidos), que han dejado al Arsenal sin opciones de luchar por el título, han colmado la paciencia de los aficionados, ávidos de éxitos después de una década con un pobre balance de dos Copas de Inglaterra y dos Community Shield.
Después de 20 años dirigiendo a los 'Cañoneros', se vislumbran aires de cambio en el norte de la capital británica. No es, sin embargo, la primera vez que los hinchas piden un relevo en el banquillo, desencantados por la falta de competitividad y hambre de su equipo en las últimas temporadas.
No obstante, este es el año en el que se ciernen más dudas sobre la continuidad de Wenger: el técnico galo termina contrato el próximo 30 de junio y, aunque en el club le han ofrecido seguir, la presión de los seguidores y de la opinión pública le podría hacer cambiar de opinión.
El martes, antes del partido frente al Bayern, un grupo de entre 400 y 500 aficionados se congregaron a las afueras del Emirates Stadium para protestar contra su gestión.
"Fuera Wenger", "No a un nuevo contrato", "Ya es suficiente; es hora de irse" o "Todas las historias tienen un final. Au revoir, Arsene", fueron algunas de las pancartas que se vieron en la ruidosa protesta.
Wenger llegó a la capital británica en 1996 para tomar las riendas de un equipo al que apodaban "Boring, boring Arsenal" ("Aburrido, aburrido Arsenal") y para dar un giro al tipo de fútbol que se practicaba en el antiguo estadio de Highbury.
Ahora, tras más de dos décadas, el característico estilo del estratega francés de dar protagonismo a la pelota y desterrar el célebre 'pelotazo' inglés se mantiene, pero los resultados no terminan de acompañar.
Su último título de la Premier League llegó en la temporada 2003/2004 con los famosos "Invencibles", una plantilla que tenía futbolistas de la talla de Thierry Henry, Dennis Bergkamp, Patrick Vieira, Ashley Cole, Sol Campbell, Robert Pirès y Fredrik Ljungberg.
Desde entonces, en un convulso periodo en el que el Arsenal vendió a algunos de sus mejores futbolistas y se mudó del vetusto Highbury al moderno Emirates Stadium, el técnico alsaciano sólo ha levantado tres títulos de Copa (2004/2005, 20013/2014 y 2014/2015) y dos de la 'Community Shield' (2014 y 2015).